«No somos nada, pero nos damos todo», dijo mi amiga, luego de que yo también el año pasado viviera ese tipo de relación…
Fue irremediable, tuve que decirle los riesgos que ella misma sabe que tiene enfrente.
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No somos nada, pero nos damos todo
También se les llama «Casi algo», aunque también podría llamarse, «juntos para pasar el rato y compartir soledades hasta que uno de los dos tenga algo mejor».
Seamos honestas, no hay nada de malo en tener esta relación, porque sí, es una relación aunque no oficial o formal.
De hecho, llegan a ser relaciones divertidas y cariñosas que cumplen con un propósito en nuestra vida y está perfecto.
Sin embargo, ambos deben tener las cosas claras si no quieren salir heridos…
Riesgos de ese tipo de relación
1. Que uno se enamore.
Este es el más obvio y el riesgo más hablado. A pesar de los acuerdos de solo salir y no querer todo lo que implica una relación formal, siempre hay riesgo de que alguno de los dos se enamore y no sea correspondido.
Claro, esto puede ser doloroso, pero también puede evitarse.
*¿Cómo evitar enamorarme de mi Casi algo?*
Ten presente que no están en una relación formal, no dejes de hablar con otras personas, enfócate en ti y en tus prioridades, no se vean diario ni se pongan apodos cariñosos.
2. Que uno se aburra y quiera terminar.
Mientras uno está súper bien con la relación, para el otro, simplemente se cumplió el ciclo, por lo que llega una despedida que no se explica, pero que debe aceptarse.
*Si esto pasa, lo mejor es soltar y no arrastrarse*
¿Por qué sería buena idea aferrarnos a una relación que estuvo edificada en la informalidad de la «no etiqueta»?
Cuando no somos nada, pero nos damos todo, estamos conscientes de que la relación tiene una vigencia y no se debe perder de vista esto.
3. Que uno mienta.
Y, mientras un casi algo no es una relación formal, pero sí debe ser una relación honesta como todas las relaciones, lo peor que puede pasar es que uno empiece a mentir y se pierda la transparencia en las charlas, citas y cercanía.
*Una cosa es que no haya exclusividad y otra que no haya sinceridad*
Sabemos que la exclusividad no está dada, pero tampoco es para engañar ni jugar con los sentimientos.
Las relaciones de «no somos nada, pero nos damos todo», pueden ser lindas y funcionar, pero deben ser tomadas en serio y aclararse desde el respeto.
En resumen eso fue lo que le dije a mi amiga, mientras que se divierta, que lo disfrute mientras le funcione en su vida.
En cuanto esa relación le dé más incertidumbre que placer, lo mejor es cortar por lo sano y de inmediato.
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