Soy una mujer que no acepta menos amor del que sabe que merece y si para ti eso es un problema, no perdamos el tiempo.
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Me consta que, cuando de amor se trata, una debe estar abierta a la forma de amor que el otro tiene.
Yo no pongo en duda la forma de amor, pero la cantidad de amor que se debe recibir, nunca debe estar en duda.
El amor dentro de una relación jamás debe de dejar dudas, debe ser constante e incondicional.
Un amor sano no es aquél que un día te quiere y al otro no, es uno que se siente todo el tiempo, incluso en los momentos difíciles.
Yo, soy una mujer que no acepta menos amor del que sé que merezco, así que a la persona que está a mi lado, deberá mostrarme voluntad, disposición, pasión y compromiso en estar conmigo, ¡porque sé que lo merezco! ¡Sé lo que valgo y no acepto menos!
Mi amor propio sabe perfectamente bien lo que valgo y lo que merezco, así que me es muy fácil distinguir cuando alguien me da algo que no merezco y, por lo tanto, no quiero recibir.
Quizá, esto suene soberbio, pero sólo es amor propio…
Hace muchos años me prometí que jamás aceptaría menos de lo que merezco, porque es señal de baja autoestima, de poco autocuidado y de falta de valentía.
A veces, es sólo porque queremos evitar conflictos o porque nos conformamos con el discurso aquel de… «Si se lo tengo que pedir ya no lo quiero».
No, yo quiero y me gusta pedir lo que deseo, creo que nadie puede leer la mente y yo puedo decir lo que necesito, sin embargo, si no lo recibo y no veo interés en mí, sólo me retiro.
Ya estoy cansada de hombres que no saben lo que quieren, de amores mediocres, fugaces y a medias…
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