advertisement advertisement
Buscar
  • Escribe al menos 3 letras para buscar.

Motivos por los que no debes “sanar” a un hombre

No es tu deber

Y lo sabes

Si tu pareja está teniendo problemas y crees que tu deber es sanar lo que está mal con él, te estás equivocando y mucho.

Es muy importante tener en cuenta que cada persona es responsable de su propio proceso de sanación, y tratar de “sanar” a tu pareja puede ser una carga emocional y un desafío para la relación. 

Te recomendamos:

Mensajes que te envía un patán

Cosas que él estaría haciendo si realmente le gustaras

¡Échale un ojo al Facebook de Hey Hey Hello! 😉

Lo sabemos, tú adoras a ese hombre y crees que puedes con esa responsabilidad, pero debes abrir los ojos y ver que no es lo mejor para ti.

Porque puedes ayudar a sanar a un hombre, pero eso no te va a asegurar su amor, ni tampoco te ayudará a que te valore, sino que solo te terminará usando.

Advertisement

Motivos por los que no debes “sanar” a un hombre

1. No eres su terapeuta.

Aunque tu intención sea ayudar, no eres un profesional en salud mental (y si lo eres, no es ético que atiendas a tu pareja). 

Los problemas emocionales o psicológicos profundos requieren la atención y el cuidado de un profesional capacitado, y no puedes tomar esa responsabilidad sin las herramientas adecuadas.

2. La sanación es un proceso personal.

Cada persona tiene su propio ritmo y manera de sanar. No puedes “curar” a alguien si esa persona no está dispuesta a hacer el trabajo necesario por sí misma. 

La sanación es algo que cada individuo debe hacer internamente.

3. Cargas emocionales desbalanceadas. 

Si intentas ser la “sanadora” de tu pareja, puedes terminar llevando una carga emocional que no es tuya, lo que podría ser desgastante para ti. 

Esto puede generar un desequilibrio en la relación y te puede dejar agotada emocionalmente.

4. Puede generar dependencia emocional.

Si intentas solucionar los problemas emocionales de tu pareja, podrías fomentar una relación de dependencia en lugar de una relación de apoyo mutuo. 

Esto puede hacer que tu pareja dependa de ti para sentirse bien, lo cual no es saludable para ninguna de las partes.

5. Evitas que tu pareja sea responsable de sí misma.

Sanar a alguien puede llevar a que evites que tu pareja asuma la responsabilidad de sus propios problemas emocionales. 

Es importante que cada persona reconozca sus heridas y trabaje en ellas de manera independiente, para crecer emocionalmente.

6. Riesgo de frustración.

Si no ves resultados rápidos o tu pareja no muestra disposición para sanar, esto puede generar frustración y resentimiento en ti. 

Es probable que termines sintiendo que has invertido tiempo y energía en algo que no da frutos.

7. Puedes perderte a ti misma.

Enfocarte tanto en los problemas de tu pareja puede hacer que pierdas de vista tus propias necesidades emocionales y personales. Puedes llegar a olvidarte de ti misma mientras intentas solucionar los problemas de otro.

8. No hay una relación equilibrada. 

Una relación sana debe estar basada en la equidad, en donde ambas partes se apoyan y se cuidan mutuamente, pero no en el sentido de que una parte debe sanar o arreglar a la otra. 

Las relaciones más fuertes y duraderas se basan en el respeto mutuo y el trabajo conjunto para crecer como individuos.

9. Pones presión sobre ti misma. 

Sentir que tienes que sanar a tu pareja puede poner una presión innecesaria sobre ti. Esto puede hacerte sentir que tienes que resolver problemas que no están bajo tu control, lo cual puede ser emocionalmente abrumador.

10. Posible codependencia.

Intentar sanar a tu pareja puede llevar a una relación codependiente, donde ambos se sienten atrapados en dinámicas poco saludables. La codependencia puede llevar a que se mantengan patrones disfuncionales en la relación.

Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, TwitterInstagram y TikTok.

Advertisement