Acompáñame a ver esta triste historia porque es real, me pasó, me dolió, pero pude aprender. Lecciones que aprendí del amor cuando me terminaron un 14 de febrero.
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Primero, el contexto
Iba en mi primer año de universidad, me sentía libre y entusiasmada con mi vida, en mi grupo de amigos se acercó un chico misterioso, bohemio, sonriente y demasiado inteligente, como era de esperarse, me cautivó.
Con un poco de convivencia, nos dimos cuenta que teníamos mucho en común, nos reíamos de todo y nuestros amigos empezaron a darse cuenta de que algo pasaba entre nosotros, dos jóvenes solteros con ganas de vivir.
Luego de un beso de otoño, en una tarde de lluvia, nos tomamos de la mano y así caminamos por unos meses hasta que me dijo que empezó a actuar raro junto antes del 14 de febrero una vez llegado el día, su comportamiento fue más serio, seco, todo empeoró, me terminó.
Me dijo que se había dado cuenta que estábamos equivocados, que éramos distintos y que lo nuestro no tenía futuro. Sentí como mi corazón se cayó al suelo como lo hacen las hojas secas al desprenderse de la copa de los árboles.
Sin más explicaciones, dejándome con el corazón inundado de un amor que ya no podría darle y con la mochila llena de regalitos para él, me dio la espalda y se fue. Lloré.
Mientras parejas celebraban su amor, yo regresaba a casa con muchas preguntas y lágrimas reservadas para mi almohada.
Durante meses, tuve que lidiar con la aparición de su perfume en cualquier lugar en el que yo estuviera, incluso, a kilómetros lejos de él.
Seguir viéndolo en la escuela era doloroso, pero fue más difícil que nos dejáramos de hablar y que el supuesto amor haya desvanecido lo bien que nos llevábamos como amigos.
Como éramos del mismo grupo de amigos, nos sentábamos cerca para tomar clases y era difícil notar su silenciosa presencia mientras intentaba sacarlo de mi mente y de mi corazón.
El tiempo ayudó, salir con mis amigos ayudó, conocer otras personas ayudó y a la distancia de ese suceso, veo las cosas con más claridad.
Lecciones que aprendí del amor cuando me terminaron un 14 de febrero
1. Él no quería tener pareja el Día del Amor y la Amistad.
Llevábamos como 3 meses de novios y yo sentía que a veces se abrumaba por tener una relación formal, sin embargo, lejos de hablarlo con él por miedo a terminar, preferí ignorar las señales de que algo andaba mal.
2. Es mejor hablar y afrontar, porque tarde o temprano, todo va a manifestarse.
Con relación a mi punto anterior, si después del primer mes hubiera encarado que lo sentía raro con lo «oficial», quizá hubiéramos podido encontrar una forma de relajarnos para que él se sintiera más cómodo sin que yo sacrificara algo de mi tranquilidad o quizá hubiéramos terminado y no hubiera pasado un 14 de febrero con el corazón roto.
Así que es mejor hablar y afrontar los temas por más incómodos que sean.
3. El gusto físico no es suficiente para mantener una relación.
Otra cosa que aprendí del amor cuando me terminaron, es que él se sintió atraído por mí, yo sentía perfecto que le gustaba y que estaba «prendido a mi belleza» pero no me quería por lo que soy.
No estaba convencido de ser mi «novio» y quizá ni él se dio cuenta, sólo quería tenerme a su lado.
4. Cualquier discusión es motivo de separación si uno no desea continuar.
Esto es real, cualquier discusión puede servir para separar a una pareja cuando una de las dos personas que la forman no esta segura de querer estar ahí.
5. El 100% de mis ganas de que la relación funcionara no podrían cubrir las ganas que a él le faltaban.
Es decir, yo daba el 100% y durante mucho tiempo me cuestioné cómo es que no funcionó si yo quería que funcionara e hice todo de mi parte para que así fuera.
Después, entendí con exactitud y honestidad que así yo hubiera dado un 200%, si mi pareja no ponía su 100 jamás funcionaría, las relaciones de pareja son de 2 y requieren de 2.
Esto es lo que aprendí del amor cuando me terminaron un 14 de febrero, espero que te sea de ayuda.
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