Muchas películas y libros nos han mentido, manejan que cuando la pareja logra vencer las adversidades y estar unida, todo se soluciona, esto no es verdad.
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Lo que en las películas es el final, en la vida real es el comienzo de millones de retos más.
Es más fácil superar estos momentos críticos si tenemos clara la realidad, por ello queremos compartirte 7 crudas verdades que te acercarán a la felicidad
1. Nadie te va a salvar.
No, nadie te rescatará ni te solucionará la vida, eres tú la única y primera encargada en ver por tu estabilidad y seguridad.
2. La única persona que te hace daño eres tú misma.
¿Por qué? Porque tú le das el poder a otros de que te lastimen, de no ser así, lo que otros hicieran o dijeran no tendría relevancia en ti.
3. Si no te amas hasta los huesos, ninguna relación trascenderá.
Nadie da lo que no tiene, ¿cómo puedes amar si no te amas? ¿Cómo alguien podrá amarte si tú no lo haces?
4. Los otros nunca cuidarán de ti lo suficiente.
Habrá quien se preocupe por ti e incluso actúe al respecto, pero quien podrá cuidarte todo el tiempo sólo eres tú.
5. La vida es muy difícil, y tú la puedes complicar más.
Si no tomas las cosas con calma, si no sabes encontrar un equilibrio, te encontrarás panoramas más complicados.
Tendrás que parar para reflexionar, cambiar de dirección las veces que se necesite, renunciar para reencontrarte.
6. Hay situaciones de tu pasado que inconscientemente te hacen daño en tu presente.
Aunque tú creas que no hay nada malo en ti, que has cerrado y sanado experiencias, puede ser que no sea cierto. Toparse con pared te lo hará saber.
7. Eres capaz de tropezar 100 veces con la misma piedra y eres capaz de levantarte de 100 tropiezos.
Sí, podrás cometer el mismo error muchas veces y podrás salir siempre de él, tu reto real es no equivocarte más.
Es normal tener días donde nada nos sale bien, donde nos faltan fuerzas para salir de la cama, la vida no es rosa y se vale sentirnos tristes.
Pero, lo que es realmente importante es no ser desleales a nosotras mismas y aprender a vivir lo negativo con fecha de caducidad, no estacionarnos en ello.