Sí, me dolió, pero aprendí de todo. Quiero compartirte las lecciones de amor propio que aprendí en mis relación fallidas, espero que te sirvan a ti también.
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Lecciones de amor propio que aprendí en mis relaciones fallidas
1. No puedo amar a otro si no me amo.
Nadie da lo que no tiene, no entendía esto hasta que me tocó aprenderlo. Si yo no me amaba, ¿cómo podía amar a otra persona? Lo entendí tarde, pero lo entendí.
Si yo no estaba consciente de todo lo que valía, no podría aceptar una forma bonita de amarme, me conformaría con lo que el otro pudiera darme.
2. Si no se ama, no podrá amarme.
Es lo mismo que el punto anterior, pero con respecto a recibir amor. ¿Cómo podía esperar amor de alguien que no sabía amarse a sí mismo?
Cuando una persona está completa, se conoce, se ama, tiene claridad emocional, puede amar de una forma más sana y real.
3. Debo enfocarme más en cómo me siento a su lado que en cuánto lo amo.
Durante muchas relaciones me enfoqué en amar y lo «mucho» que amaba. Era como si el amar se viera en el otro. Después, entendí que amar es ser y sentir.
En este sentido, me di cuenta que lo que realmente me indicaba cómo era mi relación no era lo que yo sentía por el otro, sino la mamera en la que yo me sentía en la relación.
Entendí que sentirme estresada por hacer que la relación funcione o angustiada por evitar discusiones dice mucho de cómo se está construyendo el vínculo.
Lo que una relación debe hacerte sentir es paz, estabilidad y plenitud.
4. Si no me busca, no debo insistir.
Claro, hay de momentos a momentos, a veces, se necesita hacer un intento y buscar al otro, pero esta no puede ser la constante.
Una de las lecciones de amor propio que entendí es que no debo de estar detrás de la gente, que está bien darles su espacio, pero no convertirme en la única que tiene disposición para arreglar problemas o muestra interés en solucionar distancias.
5. Demasiado esfuerzo no es buena señal.
Aprendí que no es bueno ser la que hace todo con tal de que la relación «funcione». La responsabilidad del vínculo es de ambos.
6. Quien quiere estar a mi lado, jamás se irá.
¡Lección aprendida! La persona que está consciente y tiene la voluntad de estar en una relación de pareja, no la pondrá en riesgo.
A veces, esto es complejo, porque en una relación de pareja nos enfrentamos a nuestros propios demonios y experiencias, nos equivocamos, nos rebasan nuestras emociones y nos alejamos de los que amamos, pero de todo se aprende.
7. El amor no deja dudas.
El amor propio puede sonar como una voz interior que te dice «eso no está bien», Un buen amor en una relación sana no deja dudas.
Si te quiere, se nota y si no te quiere, también, ahora lo sé.
Estas son las lecciones de amor propio que aprendí en mis relaciones fallidas, ¿qué has aprendido tú de todas las veces que te tan roto el corazón?
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