Con el paso del tiempo, nos hemos dado cuenta de que en las relaciones amorosas existen muchos hábitos tóxicos que perjudican la vida en pareja y la autoestima de quien la vive.
Nos mantenemos al margen de este tipo de situaciones, pero a veces, caemos en ellas y terminamos lastimándonos.
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Sabemos que existen, que perjudican nuestro amor, pero no sabemos como se llaman ni cuales son los actos que provocan que se conviertan en hábitos tóxicos.
Antes creíamos que el amor dolía y que teníamos que sufrir para poder gozar de ciertos privilegios, sin embargo, hemos aprendido que nuestro bienestar es muy importante y que nadie debe lastimarnos.
Por esto te contamos sobre los hábitos dañinos que no debes permitir en tu relación amorosa.
3 hábitos tóxicos que no deberían existir en tu relación amorosa
1. Ghosting.
Si tu pareja es un fantasma, porque de la noche a la mañana desaparece y no deja huella, ¡cuidado!
El ghosting ocurre cuando una persona con la que estás saliendo de repente “desaparece” de la faz de la Tierra.
Te ignora, no lee tus mensajes, desvía las llamadas o incluso te bloquea de todos lados. Podría decirse que se borra de tu vida y no da indicios de si volverá algún día.
Lo peor sucede cuando regresa y piensa que puede retomar las cosas como si no hubiera pasado nada, no aclara dónde estuvo o qué fue lo que hizo.
Las personas que recurren al ghosting tienen problemas para comunicarse, inseguridades y no pueden aceptar cuando algo les molesta, por esto prefieren huir.
Es una situación dolorosa porque te hace creer que tú fuiste la culpable de que se fuera, pero no es así, sus inseguridades fueron las que tomaron la decisión.
2. Benching.
El Benching es cuando una persona que te gusta o con la que sales te da señales de que quiere formalizar la relación, pero no da el gran paso, simplemente te deja esperando.
Es una técnica de manipulación para tener ahí a sus ordenes o necesidades. No picha, no cacha y menos deja batear.
Te convierten en su plan B, por si el A no funciona. No está seguro de sus sentimientos y por esto prefiere jugar con los tuyos.
3. Gaslighting.
En 1938, Patrick Hamilton estrenó una obra de teatro sobre un hombre que convencía a su esposa de que estaba loca a través de engaños, como cambiar cosas de lugar y negar sus recuerdos.
A pesar de la resistencia de la mujer, el sujeto logró desestabilizarla.
El nombre de la obra era Gas Light, y de ahí surgió este término que ahora designa una forma de manipulación psicológica para hacer que otros duden de su realidad, su memoria y hasta de su cordura.
Esta práctica es muy peligrosa, pues confiamos en la otra persona sin saber que nos intenta dañar.
Por esto es importante que conozcas estos hábitos tóxicos y no permitas que entren a tu vida personal ni amorosa, por tu bien.
Ya que, si alguien te quiere de verdad no te hará sufrir.
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