Tal vez, creas que estás haciendo las cosas correctas para alcanzar el éxito y ser feliz, pero la realidad es que te engañas a ti misma.
Porque tus acciones no van dirigidas a triunfar, sino a opacar a otros y a sentirte superior, y esto no está ayudando en tus propósitos de vida.
Te recomendamos:
7 formas en las que él te manipula (y no te das cuenta)
La canción que debes escuchar para aceptar que él no volverá
¡Échale un ojo al Facebook de Hey Hey Hello! ?
Te engañas, porque tienes todo para triunfar, pero has decidido cambiar el rumbo de tus decisiones para demostrarle a otros de lo que eres capaz.
Y el problema es que no lo haces por ti, sino por alguien más.
Crees que los demás están a tus pies, te temen o envidian, pero te engañas a ti misma, porque en realidad sienten pena por ti…
Es momento de que te des cuenta de que nadie cree en tu poder ni en tu talento, porque te enfocas en hacer cosas que no valen la pena:
7 formas en las que te engañas a ti misma
1. Prometes.
Te engañas a ti misma porque nadie cree en tu palabra, todo el mundo sabe que te encanta endulzar el oído y asegurar que algún día cambiarás o cumplirás tus promesas.
Sin embargo, tú sigues aferrándote a querer convencer a otros y sobre todo a ti misma, de que harás las cosas.
Si realmente quieres demostrar algo, debes hacerlo por ti misma y comenzar por trabajar en hechos.

2. Dejas todo para después.
No es solo que procrastines o que tengas muchos pendientes, sino porque sigues creyendo que alguien más te resolverá la vida.
Sientes que los demás deben compadecerte de ti y ayudarte, y estás muy equivocada.
La única que tiene que salvarte y hacer las cosas por ti, eres tú misma. Mientras más las sigas postergando, más problemas tendrás.
3. Envidias, pero no trabajas.
Te engañas a ti misma, porque crees que otras personas te están robando el éxito o todo lo que siempre has querido para ti.
Cuando en realidad no has movido ni un dedo para lograr tus sueños, te enfocas en envidiar y hacerte la víctima, pero no eres capaz de hacer lo básico para tener la vida que deseas.
4. Esperas el momento perfecto.
Crees que la perfección es la única solución para ser alguien en la vida o para ser respetada y alabada, pero te equivocas.
Porque no se trata de ser perfecta en todo momento, sino de hacer las cosas de la forma correcta.
Todo esto empeora, cuando postergas tu éxito al querer esperar cierto momento para darlo todo, cuando deberías de entregar tu 100% en cada paso que das.
5. Pones tu confianza en algo que no va a cambiar.
Ya sea en una pareja que no te apoya, tu familia que te limita, un jefe tóxico o un trabajo que te hunde en el fracaso o en el que solo cumples los sueños de otros.
Seguirás perdiendo y engañándote, porque no eres capaz de soltar lo que no te hace bien.
Desperdiciarás toda tu vida, si sigues esperando a que cambien y te brinden lo que mereces.
6. Presumes, pero careces de mucho.
Contigo aplica el dicho “dime de qué presumes y te diré de qué careces”. Porque todo el tiempo te la pasas hablando de lo que eres y tienes, pero demuestras muy poco.
Solo te gusta hablar y presumir, pero a la hora de la verdad no eres ni la mitad de lo que aseguras.
7. No lo intentas.
Haces lo mínimo y crees que mereces lo mejor, pero la vida no es sencilla ni fácil, y nunca vas a ser merecedora, si no demuestras lo que vales.
Lo peor no es que tus esfuerzos sean pocos, son nulos. Porque ni siquiera lo intentas, ya te estás dando por vencida, cuando ni siquiera te has atrevido a hacer las cosas.
Mientras no lo intentes, siempre seguirás perdiendo.
Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.