La semana pasada me encontré con mi ex, cuando lo vi entré en pánico, pues la relación no terminó muy bien y además él iba acompañado de una mujer.
No quería darle mayor importancia, así que lo saludé como si nunca hubiera pasado nada malo y él me respondió muy cortante.
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Pensé, típico de él, comportarse como un patán, pero lo dejé pasar. Me presentó a su nueva novia y mencionó que yo era una vieja conocida.
Por un momento creí que dijo eso para no tener problemas con su pareja, ni ponerla incómoda, pero cuando se fue me dijo: “mi novia cree que no tengo pareja desde hace 3 años, dejémoslo así”.
Fue en ese momento cuando me molesté de verdad, nuestra relación de casi 3 años no valió nada para él. En ese instante no lo comprendí, hasta ahora…
1. Él no me había superado.
No es que me considere inolvidable, pero sé perfectamente que dejé una huella imborrable en él, vivimos muchas cosas juntos y estuvimos en momentos importantes.
Él me lo dijo en muchas ocasiones (aunque no sé si fue verdad), yo era la única novia que había querido y en la que había confiado más.
Así que, para él era más fácil decir que yo nunca existí en su vida.
2. Está dolido.
Yo fui la que tomó la decisión de terminar la relación, nos amábamos, pero nuestra relación no era la más sana.
Él terminó odiándome por “abandonarlo”, por esto, creo que está dolido, pues hubiera preferido ser él, el que decidió terminar.
Me alejé de una persona tóxica en el momento perfecto.
3. La relación no le importó.
Nosotras aprendemos de las relaciones, ya sea que fracasen o tengan éxito, pero ellos (los que son como mi ex), prefieren tirar todo a la basura, verlo como algo sin importancia.
En mi corazón, él siempre tendrá un pequeño espacio, pues me hizo ser una persona más fuerte y valiente, me enseñó a valorarme y a quererme más. No importa si él quiere negarme, yo nunca lo haré.
4. Soy una mujer más madura.
Al inicio me molesté muchísimo y no entendía por qué estaba negándome, pero ahora le doy la razón.
Si él se siente en paz con eso, lo acepto. Aunque él no era el hombre ideal para mí, siempre le desearé lo mejor.
En mi corazón ya no cabe más rencor, prefiero saber que él es feliz y está bien.
5. Tomé la decisión correcta.
Después de enterarme de que me negó, confirmé que había hecho lo correcto al terminarlo. Sí, al inicio me sentí muy mal, pero fue lo mejor.
Ya no me siento atada a una persona, ahora soy más libre y feliz, tenía razón, él no era para mí.
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