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Esto es lo que hace una mujer que NO acepta menos de lo que se merece

En ningún aspecto, no sólo en el amor...

¿Tu esposo te presta atención?

No soy una mujer que acepte menos de lo que se merece. Ni en el amor, ni en el trabajo ni en mis propias convicciones, pero en donde más se llega a reflejar, sí o sí, es en las cuestiones de pareja.

No importa si es tu novio, esposo o pareja, la relación siempre nos debe de dar seguridad y plenitud.

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Cuando se trata de entablar relaciones amorosas, tengo muy claro lo que quiero, lo que doy y lo que se puede construir.

Así, cuando llega el momento de tomar una decisión definitiva me es más fácil despegarme de sentimentalismos para poder analizar si algo le hará bien a mi vida o no.

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Esto es lo que hago para no aceptar menos de lo que me merezco.

1. Lo veo con humildad.

No se trata de sentirme la última cerveza del estadio, se trata de estar consciente de la reciprocidad en una relación.

Si veo que estoy dando de más y no recibo de corazón aquello que sí podrían darme, me retiro pues no me siento cómoda al saber que no me valoran.

2. Veo la diferencia entre «poder» y «querer».

Me queda muy claro que las personas no van a amarme de la manera en que yo lo deseo, pero es muy distinto sólo conformarme con lo que ellos me ofrecen a estar satisfecha con lo que me brindan muy a su manera.

3. Si algo no me llega, lo pido.

He escuchado a muchas mujeres decir: «si lo tengo que pedir ya no lo quiero», yo no coincido del todo con esta frase. También es nuestra responsabilidad como pareja expresar lo que se instala en nuestras expectativas.

Si algo no me llega lo pido. Si aún así no me llega, abro los ojos para identificar si no me lo dan porque no quieren, porque no hicieron ni el esfuerzo o porque no se puede.

Eso me ayuda a tomar decisiones.

4. No me da miedo soltar.

El simple hecho de darme mi lugar me ayuda a no aferrarme y a entender que si no me están dando todo lo que quiero, no voy a poder sentirme feliz al recibir lo que sí me dan.

5. Doy todo pero me sé retirar.

No me siento a esperar todo lo que deseo recibir. Yo también doy a manos llenas, pero me sé retirar cuando las cosas ya no están del todo bien.

¡OJO!

Nada de lo anterior tiene que ver con bienes materiales, aunque son importantes y nos agrada recibirlos, todo lo que dije se refiere a lo que las personas te dan de manera emocional.

El apoyo, la atención, la comprensión, la empatía, la solidaridad, la ternura, el cariño, la aceptación… el amor.

Así que no te sientas mal si al ver que no te están dando emocionalmente lo que te hace feliz decides dejar ir las cosas.

Es necesario que defiendas tus expectativas, sobre todo si estás consciente de que eres una persona que ama y sabe amar.

No está mal querer recibir, no está mal querer sentirnos amadas, aunque nos han dicho que amar se hace de forma desinteresada.

También es sano querer sentir que somos importantes para nuestra pareja y que contamos con el amor que nos merecemos.

No es fácil pero tampoco estás obligada a recibir menos de lo que te mereces…

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