Así como lo lees, en mi peor momento encontré a mi mejor pareja, te explico por qué.
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Y no, no es porque bajara un angelito a hacerme el favor de decirme «es él» (¿o sí?), o que cupido «esta vez», simplemente no se equivocara.
Realmente influye que, en mi peor momento me encontré con la oportunidad de ver en mi interior sin filtros, sin máscaras, sin ganas de mentirme, me vi en realidad.
Y, en esa honestidad conmigo misma, puse claridad en muchas cosas.
1. ¿Quién soy?
2. ¿Qué quiero para mí?
3. ¿Qué es lo que más me hace feliz en MI VIDA y no por otros?
4. ¿Realmente quiero una pareja?
5.¿Qué puedo ofrecer como una pareja?
6. ¿Cuál es mi propósito de vida?
7. ¿Qué es lo que realmente me importa de una pareja?
8. ¿Qué necesito darme a mí misma para tener paz?
9. ¿Qué es lo que no quiero para mí?
10. ¿Hasta dónde es sano estar para el otro?
En esa lluvia de preguntas me reencontré conmigo y así pude encontrar a una persona que no viniera a lastimarme, simplemente, porque yo ya no lo dejaría pasar.
Fue gracias a esa crisis que pude ver en mi interior con total rudeza y franqueza para recordar quién soy.
Con ese autoconocimiento, pude conectar con una persona diferente a la que en ocasiones pasadas pude ver con ojos de amor.
Fui honesta conmigo desde el principio y sincera con él, abrí mi corazón pero sin dejar de protegerme, encontré el valor necesario para hablar de mis límites y la sensibilidad para saber cuándo quería negociar, no por miedo o represión.
Así fue cómo mi peor momento encontré a mi mejor pareja, porque yo fui la versión más consciente de mí.
Unsplash/Angelina and Antonis Antoniou
De no ser por esa experiencia, no habría llegado a mi paz o, a tener una idea más clara de lo que quiero para mí.
Entonces, la reflexión es:
Más que quejarte de lo que te hacen los demás, reflexiona qué te ha unido a ellos, qué es lo que te lleva a darles el poder de lastimarte y qué puedes hacer para frenarlo.
Es válido que alces la voz si te sientes ofendida, pero también necesitas hacerte responsable de tus vínculos afectivos y desde dónde los creas.
Si lo haces desde tu necesidad, desde el apego o desde el amor y desde lo que es mejor para ti.
Mira tu pasado como un examen calificado en el que puedes ver en qué te equivocaste y, sin castigarte, trabaja en ti para corregir las respuestas a futuras preguntas.
Recuerda, tu elección de pareja dice mucho del amor que crees merecer.
Tu primer compañero de vida eres tú misma, tu copiloto es tu pareja, elige bien.
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