Leí en algún rincón de este ciberespacio una frase que de inmediato me hizo click, «el amor en privado, pero no en secreto».
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Ahí lo entendí todo, pero deja te doy el contexto.
Hace unos meses terminé una relación tipo Casi Algo, una relación en la que éramos todo, de la puerta para adentro, pero de la puerta para afuera, éramos nada.
Si sus amigos cercanos no me hubieran visto y mis amigas no hubieran sabido de él, juro que lo de nosotros jamás hubiera existido para alguien, todo fue tan discreto y de bajo perfil que nunca levantó sospechas.
Primero, quiero explicar, que no es que nos hayamos puesto de acuerdo en ser Casi Algo, más bien las cosas fluyeron entre nosotros y después de algunos meses, las etiquetas no nos fueron importantes, pero tanto él como yo seguimos siendo discretos.
Por mi parte, no quería una relación, sólo algo de buena compañía, por su lado, me dijo que no quería una relación porque quería enfocarse en su trabajo.
Ambos, desde esa libertad, confiamos que así sería, una relación cercana e íntima que no nos cambiaría la vida, sólo nos daría la oportunidad de salir y divertirnos sin tener sentimientos profundos.
El tema es que esa relación (como era de esperarse) fue subiendo de nivel, cada vez pasábamos más tiempo juntos y mostrábamos más compromiso EL UNO CON EL OTRO, pero no ante la gente.
Es decir, él y yo sabíamos lo que teníamos, pero no lo demostrábamos ante nadie y mucho menos, lo hacíamos público.
Llegó un punto en el que, yo, para poder continuar, pedí hablarlo con él y ahí fue donde todo comenzó a cambiar…
Yo sólo buscaba tener claras las razones de no caminar de la mano en la calle, de no subir a redes sociales que estábamos en un concierto juntos o cenando en algún lugar.
A mí, no me hubiera molestado compartir que salía con él, de todas maneras, no hubiera dado explicaciones ni hubiera dicho que éramos novios. Yo en todo eso, veo las diferencias.
Sin embargo, él pensó que era porque yo quería una relación, pensó que me había enamorado y que le estaba pidiendo todo lo que a otras mujeres les negó.
Intenté hacerle ver que para mí era distinto querer una relación formal a saber qué era lo que lo orillaba a ocultar con quién pasaba sus ratos libres.
Quizá, si él hubiese contestado que era porque no le gustaba que la gente se metiera en sus relaciones, incluso, porque no quería que otra mujer se enterara de mi existencia, lo hubiera entendido, pero no, le ganó el miedo y pensó que yo quería «salir a la luz como su pareja», lo que para mí no era así.
Entonces, como no llegamos a entendernos y mis palabras se malinterpretaron para no dejar ser aclaradas, nos dimos cuenta que era mejor dejar de vernos.
Por mi lado, dejé de sentirme cómoda y clara con la situación, así que le di final a una historia de «amor sin etiqueta»… Es que yo entiendo que el amor tiene muchas formas de manifestarse y yo no necesitaba una relación formal, sólo cariño, buena compañía y crear un ambiente inspirador, así fue hasta que dejó de serlo.
Tengo claro que de haber querido una relación formal, ahí no la hubiera tenido, ni se la hubiera pedido pues desde el inicio teníamos las cosas claras, en fin, estoy segura que ambos estamos bien y nos seguirá yendo bien cada quien en su camino.
Ahora que conoces el contexto… Reflexión: El amor en privado, pero no en secreto
La frase el amor en privado hace referencia a que justo, cuando tienes una relación, es sano mantener las cosas entre los 2, algo tan especial no necesita proyectarse ni salir a los reflectores.
Lo que necesita es construirse y nutrirse en la privacidad de la rutina, en la familiaridad del día a día, en el silencio de lo que es único.
Sin embargo, el amor no tiene que mantenerse en secreto, si bien no se trata de exponerlo, tampoco se trata de ocultarlo.
El amor es poderoso cuando es honesto y transparente y eso necesita tener un lugar en nuestras vidas que no debe ser exigido, sino dado.
Por eso, no se trata de que te presuma en redes sociales, sino de que te respete y desde ese respeto te dé un lugar en su vida con el que tú estés tranquila.
No se trata de hacer de dominio público lo que ustedes construyen en su intimidad, se trata de permitir que esa conexión se haga visible porque existe, porque está presente y porque es fuerte.
Hay una diferencia clara entre ocultar una relación y no hacer pública su forma de amarse.
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