Tener discusiones sanas con tu pareja es fundamental para una relación sólida, madura y duradera. Incluso, pueden ganar más amor después de tenerla.
Porque si tratan ciertos temas con respeto y empatía, pueden fortalecer la relación en lugar de debilitarla.
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Las discusiones sanas son aquellas que aclaran temas importantes y en la que se ponen las cosas sobre la mesa, por lo que las dudas y malentendidos no son fantasmas que atormentan su relación.
Si quieres que tu relación amorosa sea mejor, es momento de tener estas conversaciones que parecen difíciles o complicadas, pero que en realidad salvan tu relación amorosa.
Discusiones sanas que deberías tener con tu pareja
1. Expectativas en la relación.
¿Qué espera cada uno del otro? ¿Qué significa para ustedes estar en una relación comprometida?, son preguntas que les harán ver en dónde están parados.
Hablar de esto previene malentendidos y alinea objetivos.
2. Dinero y finanzas.
¿Cómo manejarán el dinero juntos? ¿Tienen metas financieras en común? ¿Cómo se dividirán los gastos?
Las finanzas son una de las principales causas de conflicto, por lo que es mejor abordarlas temprano y con transparencia.
3. Salud mental y emocional.
¿Cómo se siente cada uno emocionalmente? ¿Qué necesita cada uno para sentirse apoyado? ¿Qué límites emocionales no deben sobrepasarse?
Es importante crear un espacio seguro donde ambos puedan hablar sin juicio.
4. Vida íntima.
¿Están realmente satisfechos? ¿Hay algo que quisieran probar o cambiar? ¿Qué cosas no quieren tener en la cama?
La comunicación abierta aquí evita frustraciones o desconexiones, y ayuda a que su intimidad sea más placentera.
5. Planes a futuro.
¿Quieren tener hijos? ¿Dónde quieren vivir? ¿Qué tipo de vida quieren construir? ¿Desean construir un futuro juntos?
Tener claridad sobre esto evita sorpresas desagradables más adelante.
6. Tiempo juntos y tiempo individual.
¿Cuánto tiempo necesitan compartir? ¿Cuánto espacio personal necesita cada uno? ¿Dan el mismo nivel de cariño o uno es más frío?
El equilibrio entre la cercanía e independencia es clave, ya que, esto evita que se vuelvan codependientes.
7. Responsabilidades del hogar.
¿Cómo se dividirán las tareas? ¿Sienten que es justo? ¿Alguien necesita más apoyo o quiere cambiar alguna tarea?
No hablar de esto puede generar resentimientos silenciosos, porque uno sentirá que debe hacer todo y el otro creerá que a esa persona no le corresponde mover un dedo.
8. Lenguaje afectivo.
¿Cómo se expresan el amor? ¿Se sienten queridos y valorados? ¿Quieren que su pareja sea más cariñosa?
Entender el lenguaje del amor del otro puede transformar la relación.
9. Conflictos pasados y resolución de problemas.
¿Qué aprendieron de las peleas anteriores? ¿Cómo podrían discutir mejor en el futuro? ¿Qué otras discusiones sanas deberían tener?
Hablar sobre cómo pelean es tan importante como sobre qué pelean. Porque hay situaciones que se pueden arreglar fácilmente y no se deben de convertir en una batalla que los separe.
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