Si te crees la mujer más madura del mundo, debes abrir los ojos, soltar el ego y ver que aún no has madurado.
Porque sigues haciendo un sinfín de cosas que demuestran que eres una adolescente o una niña berrinchuda.
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Lo sabemos, en este momento, tú estás negando todo y estás 100% segura de que no eres ese tipo de mujer, pero tus acciones demuestran lo contrario.
Por esto, es momento de que seas sincera contigo misma y veas que no has madurado tanto como crees.
7 cosas que indican que no has madurado
1. Reaccionas con rabietas o gritos cuando algo no sale como quieres.
No sabes perder, ni tampoco sabes manejar tus emociones, ya que, siempre quieres que las cosas que se hagan y salgan a tu manera y cuando eso no pasa, explotas.
Piensas que con hacer un berrinche las cosas cambiarán mágicamente o se te darán por pena ajena.
2. Te cuesta aceptar críticas sin ofenderte o sentirte atacada.
Muchas veces, las personas te dan comentarios positivos, pero tú los tomas como si quisieran destrozarte.
No eres capaz de ver que quieren ayudarte y solo crees que te tienen envidia.
3. Guardas rencor por mucho tiempo.
La falta de madurez te impide olvidar, perdonar y sanar, por lo que vives con un gran rencor que solo te está haciendo mal a ti.
Porque los demás pudieron avanzar y superar las situaciones de la vida, pero tú sigues aferrada a ellas.
4. Dependes de otros para validarte.
No has madurado porque sigues cubriendo las expectativas de otras personas y no eres capaz de ver tu propio valor.
Si no que siempre necesitas su aprobación para tomar decisiones en tu vida.
5. Evitas conversaciones difíciles o responsabilidades.
Todo el tiempo estás evitando ser una adulta independiente y responsable, porque no te gusta o porque crees que no eres capaz.
Por esto, siempre vas por la vida asegurando que eres muy joven y que no debes preocuparte por ciertas cosas.
6. Te victimizas todo el tiempo.
Tú aseguras que eres una mujer madura e inteligente, pero la realidad es otra, porque todo el tiempo te haces la pobrecita que necesita ayuda.
Crees que de esta forma los demás se van a compadecer de ti y te darán todo, pero no ves que les molesta tu actitud y que prefieren evadirte.
7. Vives esperando que otros te “rescaten” o solucionen tus problemas.
Esta es una señal muy clara de que no has madurado, porque nunca te haces responsable de tu propia vida.
Quieres que los demás te den todo en bandeja de plata y solo te encanta exigir, pero nunca das nada a cambio y menos te haces responsable de tus acciones.
8. No aceptas tus equivocaciones.
Te crees un ser perfecto que siempre tiene la razón, pero no podrías estar más equivocada, porque tienes muchos defectos y cometes demasiados errores.
Sin embargo, vives asegurando que nunca te equivocas y que los demás te envidian y no te permiten ser feliz.
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