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3 cosas que debes considerar si quieres que un hombre te mantenga

El dinero de un hombre jamás sorprenderá a una mujer inteligente.

Te decimos porqué no debes tener un sugar daddy

En los últimos años, muchas mujeres han asegurado que quieren tener un “sugar daddy”, otras han declarado que lo tienen y son muy felices, mientras que algunas aseguran que ya no debes querer que un hombre te mantenga.

Debido a que en pleno 2020 deberías aspirar a ser la propia dueña de tu vida, luchar por tus sueños y ser tú quién se paga sus necesidades y lujos.

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No estamos decidiendo que alguno de estos puntos esté mal o sea incorrecto, simplemente sentimos que querer que un hombre te mantenga no es lo más sano para ti.

Este estilo de vida no es nuevo, pero sí más visible.

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Se vale que tú decidas salir con alguien mayor y que esa persona te apoye económicamente, pero no todo es ganar, lamentablemente ser una “sugar baby” te mete en muchos problemas.

Si tú quieres tener un sugar daddy y hacer que ese hombre te mantenga, necesitas tener en cuenta estas cosas antes de sentirte orgullosa de ello:

3 cosas que debes considerar si quieres que un hombre te mantenga

1. No tienes el control de tu vida.

Tal vez, piensas que tú tienes las riendas de tu vida, que tú decidiste ser esa mujer libre que decidió tener ese apoyo extra de un hombre.

Sin embargo, nunca fue tu decisión, probablemente te viste obligada por necesidad o porque él te convenció.

Desde el primer momento en que aceptas tener un sugar ddady, tú vida deja ser tuya, por más que pongas límites o dejes las cosas claras, él tiene el control.

Te da dinero a cambio de tiempo, cariño o sexo, todo es a su manera y a su tiempo.

Con el tiempo, te darás cuenta de que no puedes hacer mucho sin su autorización previa, que no eres tan libre como pensabas y que tener un sugar sale muy caro.

2. No eres su pareja, eres su “empleada”.

Cuando un sugar te mantiene no es por amor ni porque te aprecie. Quiere tener algo de ti y está pagando por ello.

Está comprándote y pagando por el servicio que le brindas de vez en cuando.

No eres su pareja, amante o un amor casual, eres la “empleada” que le brinda intimidad y ya.

3. No hay privacidad.

El hecho de tener un sugar daddy suele ser motivo de controversia. Por ello habrá personas que no perderán la oportunidad de criticar tu decisión. 

Tal vez, pusiste límites y no se lo contaste a nadie o solo a tu mejor amiga para sentirte cuidada y apoyada.

Sin embargo, solo hay privacidad de tu parte, a ciencia cierta nunca sabrás si él es discreto y no les cuenta a sus amigos de ti.

Debes tener mucho cuidado, porque una cosa es que hable de lo que tienen, en ese caso puedes negarlo.

Pero, si confías demasiado, él podría grabarte o tomar fotos sin tu consentimiento.

Como mencionamos anteriormente, no creemos que esta “relación” sea mala, te haga menos o te juzgamos por tenerla.

Sin embargo, creemos que tienes todas las de perder.

No porque la sociedad pueda señalarte, sino porque tú eres una gran mujer que tiene todo para triunfar.

Que puede valerse por sí misma y obtener todo lo que desea si se esfuerza, no te desmerites por alguien que no lo vale.

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