La vida nos pone pruebas irremediablemente, hay días que son iguales y no hacen diferencia, mientras que hay otros que nos ponen de cabeza.
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Ante esto debemos de dejar que la fortaleza que existe en nosotras pueda surgir y mandar en el momento en el que necesitamos resistir y no explotar o desfallecer.
Como sabemos que puede ser difícil que en plena tormenta encontremos la luz, queremos ayudarte a que puedas estar consciente de lo que necesitas hacer para salir del mal momento.
1. Analiza tus errores.
Sí, de nada sirve equivocarse si no aprendemos la lección, así que regálate un momento de introspección y analiza qué es lo que te llevó a la crisis.
Encuentra lo que pudiste hacer diferente y aprende de ello.
2. Perdónate por tus equivocaciones.
Si ya encontraste tus errores, aprende de ellos y luego suéltalos, perdónate por llevarlos a cabo y deja de condenarte por ello.
Los «hubiera» no cambiarán tu presente, tus pensamientos no cambiarán los hechos, pero está en ti tomar un nuevo rumbo, libre de culpas y con ganas de seguir adelante.
3. Evita overthinking.
Es decir, pensar y pensar en lo mismo, esto sólo ocasiona que te llenes de suposiciones muy alejadas de la realidad.
4. Depura y depúrate.
Depura tu espacio, tus redes sociales, tu clóset, tu cuerpo y de paso, tus emociones.
5. Aprecia lo que has logrado.
Ve hacia tras para que veas lo que te ha llevado tan lejos, lo que has superado y lo que te ha hecho ser todo lo que eres ahora.
6. Ve a terapia.
Si crees que puede ayudarte algún especialista, no lo dudes, hazlo, es una manera sana de asimilar lo que ocurre en cada episodio de la vida.
7. Encuentra lo que te dé felicidad.
Si son clases de natación o pasearte descalza en el pasto, encuentra algo que te conecte con esas pequeñas cosas que te hacen feliz, esos instantes que te llenan TU corazón.
8. Aleja lo que te deja algo negativo.
Tristeza, ansiedad, desesperación, desesperanza, todo lo que te desanima debe de estar lejos de ti.
9. Date tiempo.
Salir adelante de las situaciones adversas conlleva tiempo para la aceptación y la resignación.
No esperes dejar atrás lo malo de la noche a la mañana, tienes que estar consciente de que será un proceso que se llevará tiempo, por eso…
10. Trabaja en tu paciencia.
Sé paciente contigo pero no seas permisiva.
Sé gentil contigo y respira profundo antes de reprocharte una vez más que no hiciste bien algo.
Los momentos difíciles pueden ser pruebas que nos ayudan a superarnos, a ser mejores y a estar conscientes de nuestras emociones para aprender de ellas.
Tienes que creértela, puedes estar mejor, como dice el dicho, «no hay mal que dure cien años» y todo pasa, esto también pasará.
Nunca pierdas de vista que tú no puedes controlar lo que los otros hagan, digan, piensen o sientan, pero sí puedes ocuparte de lo que está en tus manos arregla, resolver, cambiar y proponer.
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