Tal vez, creas que intimidar a los demás te ayudará a tener poder, pero te estás equivocando. Porque nadie respeta a alguien que no admira.
No importa tu dinero ni a qué te dediques, las personas no podrán valorarte o respetarte, si te enfocas en sentirte superior a ellos.
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Incluso, si sientes que nadie te respeta, es por culpa de las acciones que realizas constantemente y tú ves como buenas o no tan malas.
Una mujer que se respeta no es la que tiene más, sino la que da lo mejor de sí.
Si quieres lograr serlo, es importante hacer un cambio en tu vida, no solo para ganarte a las personas, también para convertirte en tu mejor versión.
Porque si te aferras a estas actitudes, perderás todo:
3 acciones que están provocando que nadie te respete
1. Hablar mal de las personas.
Lo que Juan dice de Pedro, dice más de Juan que de Pedro.
A esto se le llama transferencia espontanea de rasgos, este fenómeno hace que la gente te atribuya los rasgos con los que tu calificas a los demás.
Si tú dices que alguien es mentiroso, desleal, hipócrita, deshonesto o poco confiable, ellos sabrán que tú eres así, no la otra persona.
Probablemente no soportes a alguien o no congenies con cierta persona, pero dedicarte a hablar mal de ella no te beneficia en nada.
Sobre todo, porque si no lo hablas con esa persona o no le dices las cosas de frente quedarás como un hipócrita y falso.
La gente no te respeta porque sabe que podrías estar haciendo lo mismo con ellos, ser “amigable” de frente y después ir con alguien más a hablar mal.
2. Ser impuntual.
El tiempo es oro y probablemente ya lo sabes de sobra. El problema aquí radica es que valoras tu tiempo, pero juegas con el de los demás.
La gente no te respeta porque no los respetas a ellos.
Que quieras que estén ahí para ti o que te den todo, mientras tú no das ni lo mínimo, deja claro que no eres una persona confiable.
3. Ser incongruente.
El mundo sabe que no puede respetar a una persona que dice algo y hace todo lo contrario, porque si no tiene palabra, no tiene nada.
Vivir de promesas no sirve, sobre todo, cuando no eres capaz de cumplirlas.
Si quieres que alguien te respete debes dejar a un lado las palabras bonitas y enfocarte en las acciones que demuestren lo que eres y vales.
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