¿Qué calificación te pones en el arte de «saber amar»? ¿Te consideras una buena pareja? ¿Amas esperando recibir? Lo que leerás a continuación puede aterrizar las respuestas a estas preguntas.
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Para saber amar a otro, primero debes aprender a amarte tú
Podemos caer en el error de pensar en el amor como algo externo a nosotros, algo que debemos dar y eso es lindo, habla de nuestra capacidad de dar, es un acto de bondad.
Se nos olvida que para saber a amar a otro, primero debemos amarnos a nosotros mismos porque como dicen por ahí, «nadie da lo que no tiene».
¿Cómo quieres amar a otro de forma sana si te tratas mal? ¿Cómo quieres tener una pareja que te valore si tú no te valoras?
No estamos diciendo que la opción sea caer en el extremo del narcisismo y la petulancia, sentir que nadie nos merece o que somos mucha pieza para una persona que no cubra con nuestras expectativas.
Sino de reconocer con humildad y amor propio que si nos nos aprecian, que si no somos valoradas, no estamos con la persona indicada y queda mucho trabajo individual por hacer.
Por eso es importante aprender a amarte, verte con los ojos que aprecian tu naturaleza, que no castiguen tus errores y que no te juzguen por ser quien eres.
Una vez que tengas este amor propio en tu interior, tendrás un amor más sano y armonioso para dar en tu entorno y a tu pareja.
Tendrás el amor suficiente y a la altura de una relación que empiece bien y que termine bien, o que no termine.
Amar a otro es una experiencia que más allá de permitirte recibir, te permitirá dar. Es decir, no estarás amando esperando recibir atención, validación, cariño o regalos. Para saber amar a otro, primero debes aprender a amarte tú.
Por eso, nuestra sugerencia es que te ames, que te conozcas, que te aceptes y que trabajes en ti como tu mayor proyecto de vida.
Relaciónate con otras personas desde tus valores, tus convicciones y el valor a todo lo que representas, no desde el miedo o la necesidad por vivir acompañada.
Ama a todos, pero siempre elígete a ti.
Piensa en la importancia de esto: «Amor propio, amor sano, amar a otro es saber amar».
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