La vida es hermosa, pero no es fácil, por eso lo mejor es saber elegir nuestra dificultad, para ello, queremos darte las herramientas para rescatarte a ti misma cuando lo necesites.
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No tenemos todas las respuestas y estas no son reglas, pero, queremos pensar que algo de lo que vas a leer a continuación, podrá ayudarte a salir adelante en un mal momento.
Herramientas para rescatarte a ti misma cuando lo necesites
Lo que te proponemos es que, cuando estés atravesando un mal momento, una crisis o una etapa de tu vida en la que la sensación de infelicidad esté presente de forma constante, recuerdes lo siguiente. Trabájalo en ti.
1. Domina tu mente.
Dice una frase atribuida a Epicteto, “Domina tu mente o ella te dominará a ti.”, trabaja en identificar y frenar los pensamientos que intentan sabotearte o te alejan de tus objetivos, frena esos pensamientos que permiten que el miedo te paralice o la ansiedad te mal aconseje.
2. Piensa que todo pasará, no te aferres a sentirte mal.
No te instales en la tristeza, no te quedes sin avanzar en donde el dolor puede abrumarte, las emociones son pasajeras, no te esmeres en quedarte en una.
3. Valida tus emociones.
Lo que tú sientes es válido, será de gran ayuda para ti, el que tú misma valides tus emociones, está bien sentirse triste, enojada, feliz, frustrada, desgastada… Si lo sientes, está bien.
4. Acéptate como eres.
No te esfuerces en ser quien no eres, acéptate, observa todo lo que eres y aprende a llevarte bien contigo. Confía en ti, tienes todo lo que necesitas para continuar.
5. Entiende que no tienes que ser de tal manera.
Evita compararte y pensar como «deberías ser», respétate y defiéndete, incluso, de tus propios pensamientos que intentan ir contra ti.
6. Abraza tus emociones y escucha lo que te están diciendo.
Así como es válido lo que sientes, escucha lo que te quiere decir todo eso que sientes. Tus emociones tienen un origen y si las escuchas, puedes aprender de ellas y conocerte mejor.
7. No actúes para complacer a nadie, excepto a ti.
Una buena forma de evitar ponerte en riesgo es no ser complaciente, sé tu prioridad, con tu amor propio e intuición, siempre serás leal a ti.
Eso sí, evita la soberbia y el egocentrismo. Encuentra el equilibrio entre vivir para ti y ver sin importancia a los que te rodean.
8. Aprende a estar sola sin sentirte sola.
Si aprendes a estar sola no te conformarás con malas o dañinas compañías. Además, valorarás más lo que eres y lo que aportas en una relación.
9. Prioriza tu paz.
Tu paz no es negociable, no puedes perder la brújula que te lleva a lo que es tu bienestar. Esto puede implicar aprender a decir «NO», es decir, aprender a poner límites.
10. Anota.
Anota lo que sientes, escribir lo que estás pensando y sintiendo es de mucha ayuda, haz cartas, listas, listas comparativas, reflexiones… Si escribes como desahogo, serán textos que después debas romper; si escribes para recordar, serán textos que podrás releer para volverte a ubicar.
Estas son las herramientas para rescatarte a ti misma cuando lo necesites, no esperes que este trabajo individual se te dé de la noche a la mañana, de hecho, puede ser una tarea que estés realizando toda la vida, pero valdrá la pena.
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