Recuperar una amistad puede ser profundamente significativo, pero también delicado. Porque no todas las amistades son buenas ni vale la pena luchar por ellas.
Todo depende de cómo se rompió la relación, cuánto tiempo ha pasado y qué tan dispuestas están ambas personas a reconstruir el vínculo.
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Porque si tú quieres recuperar ese vínculo y la otra persona no, solo estarías lastimándote a ti misma. Incluso, si siempre fuiste usada o humillada, debes saber que no vale la pena volver ahí.
A continuación, te contamos lo que puedes hacer, para salvar la relación que tenían y sea mejor que antes.
¿Cómo recuperar una amistad?
1. Reflexiona sobre lo que pasó.
Antes de acercarte, pregúntate: ¿Qué causó el distanciamiento? ¿Tuviste alguna responsabilidad? ¿La relación era sana en general?
Esta introspección te permitirá acercarte desde la madurez y no desde la necesidad o el orgullo.
2. Da el primer paso con honestidad.
Envía un mensaje simple, sin presionar. Por ejemplo: “Hola, he estado pensando en ti últimamente y me gustaría saber cómo estás. Si quieres hablar, me encantaría reconectar”.
Evita excusas largas o reproches en este primer contacto. Solo abre la puerta con calidez y tranquilidad.
3. Habla desde el corazón, no desde el ego.
Si la otra persona responde y accede a hablar, se sincera sobre tus sentimientos, es decir, reconoce tus errores, si los hubo.
También escucha sin interrumpir ni tampoco te justifiques demasiado. Válida sus emociones, aunque no estés totalmente de acuerdo.
La clave es que la otra persona se sienta vista, escuchada y respetada. Porque si llegas a atacarla o a reprocharle algo, la interacción no funcionará.
4. Invita a compartir un momento simple.
Propón algo relajado, como un café, una videollamada, una caminata o incluso intercambiar notas de voz.
A veces el simple hecho de conversar ya reaviva mucho y no es necesario hacer un gran plan para recuperar la amistad o para pasar el tiempo.
5. Acepta que no todo será como antes.
Las amistades pueden evolucionar, porque no siempre se recupera lo mismo, pero sí se puede construir algo nuevo desde la verdad y el respeto mutuo.
Por esto, no te aferres a tener la misma amistad de antes, piensa que puedes tener una mejor.
6. Dale espacio si lo necesita.
A veces, el otro puede no estar listo para retomar la amistad. Si eso ocurre, no insistas. Deja claro que estarás allí si cambia de opinión, y sigue adelante sin rencor.
7. Mantén el contacto, aunque sea poco.
No todo vínculo necesita hablar cada semana para seguir siendo fuerte. Un mensaje ocasional, un meme que les recuerde algo compartido, un saludo en su cumpleaños.
Todo eso mantiene la amistad viva. Sin embargo, tiene que ser algo auténtico y no que se vea forzado.
8. Cuida lo que reconstruyan.
Si logran reconectar, sé más consciente que antes. Practica la empatía, la comunicación honesta y el cuidado mutuo.
Una amistad sanada puede ser incluso más fuerte que antes, así que no la des por sentado y trabaja en ella.
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