Mejorar la relación con tus padres puede ser un proceso muy sanador, aunque a veces no es fácil, sobre todo si ha habido conflictos, malentendidos o simplemente falta de comunicación.
Pero sí es posible, incluso, que ahora tengas la intención de llevarte mejor con ellos y de entenderlos, ya es un paso muy grande.
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Para mejorar la relación con tus padres no es necesario que hagas circo, maroma y teatro, sino que puedes hacer cosas muy sencillas, pero reales y útiles para lograr tu propósito.
A continuación, te decimos con qué puedes empezar para que este proceso sea más fácil para ti y para ellos:
¿Cómo mejorar la relación con tus padres?
1. Habla desde lo que sientes, no desde la queja.
En vez de decir: “ustedes nunca me entienden”, prueba con: “a veces me siento incomprendida, y me gustaría poder explicarme sin sentirme juzgada”
Esto cambia el tono completamente y les hace ver que hay un problema. Por esto, abre el diálogo en vez de cerrarlo.
2. Escúchalos sin interrumpir (aunque cueste).
A veces los papás también tienen cosas guardadas, heridas, o formas limitadas de expresarse.
Escucharlos desde la empatía, aunque no estés 100% de acuerdo con ellos, puede calmar tensiones.
3. Pasa tiempo con ellos.
Aunque sea por un ratito, puedes hacer actividades sencillas como compartir un café, ver una serie juntos o salir a caminar.
Estas cosas simples generan conexión sin necesidad de hablar de “temas pesados”. Incluso, puede convertirse en una forma en la que creen buenos recuerdos y pasen tiempo de calidad.
4. Trata de entender su historia.
Pregúntate: ¿Cómo crecieron ellos? ¿Qué tipo de padres tuvieron? ¿Qué cosas los afectan y por qué?
A veces entender su pasado te da contexto para comprender sus reacciones, sus silencios o sus límites.
5. Suelta el orgullo, pero no tus límites.
Mejorar una relación no siempre es tener la razón, sino estar dispuesta a sanar.
Pero ojo: eso no significa aguantar maltratos o invalidación. Puedes querer una mejor relación y aun así poner límites con amor.
6. También ve lo bueno.
A veces solo hablamos con nuestros papás cuando hay quejas y este es un terrible error. Porque esto solo empeora la relación e impide que nos acerquemos a ellos.
Pero si les dices algo como: “me gustó cuando me apoyaste en eso”, o “gracias por estar ahí, aunque no siempre lo diga”.
Con este tipo de frases, lo más probable es que se sientan más seguros para acercarse también.
7. Terapia o acompañamiento emocional.
Si hay heridas más profundas, ir a terapia ya es un paso gigante. Y si algún día se abren ellos a hacerlo, aún mejor. Pero con que tú empieces a sanar tu parte, eso ya transforma la dinámica que tienes con tus padres.
El punto es que te enfoques en ti y en lo que tú puedes cambiar, porque tú tienes toda la intención de tenerlos en tu vida de una forma sana.
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