Si ya dominaste el sexting, es momento de hablar sucio o de una forma sensual con tu pareja. No es que debas hacerlo, pero si quieres calentar los ánimos, es momento de practicarlo.
Entendemos que creas que hablar sucio no es lo tuyo o que no sepas cómo hacerlo, pero lo más probable es que ya lo hagas.
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Tal vez, creas que debas decirle groserías o ser muy intensa en el momento, pero la realidad es que solo expresas lo que quieres y deseas en la intimidad.
Si quieres calentar los ánimos, excitar más a tu pareja o dejar claro lo que necesitas en la cama, es momento de hablar sucio.
A continuación, te decimos cómo empezar…
Esto es lo que le debes decir a un hombre para excitarlo
1. Hazlo simple.
Si has visto una película para adultos o has escuchado alguna frase sucia, no es momento de repetirla si no sabes lo que significa.
Lo mejor es que no te compliques y dejes las obscenidades para cuando te sientas más en confianza.
Por esto, solo guía a tu pareja en lo que está haciendo como “así”, “qué rico”, “eso me gusta” o “más”.
2. Calienta motores.
Es importante que no hables solo por hablar o que digas algo de una forma intensa y fuera de contexto.
Puedes empezar calentando el ambiente con el sexting para después verlo en persona y decirle frases como “te necesito”, “quiero besar todo tu cuerpo”, “me excitas tanto”.
3. No lo hagas tan romántico.
Si quieres que el momento sea cachondo, explicito y muy sexual, es importante que no lo vuelvas en algo romántico o fantasioso.
Deja a un lado las palabras como amorcito, bebé o un apodo especial que tengan y enfócate en el sexo y el placer.
4. Se sutil.
Si tu pareja es mejor que tú al hablar sucio no sientas nervios ni pánico, si no te salen las palabras puedes apoyarte de los gemidos, susurros, caricias o mordidas.
Incluso, puedes practicarlo para que se vuelva menos incómodo o para que te sientas en más confianza en el momento.
5. ¿Qué quieres lograr?
Es importante que definas por qué quieres hacerlo, si por ti, por él, por su relación o porque tienes ganas de algo más en la intimidad.
Al tener claro por qué lo haces podrás enfocarlo en eso y tener motivos para animarte.
Sin embargo, es importante que nunca hagas algo que no te guste o te incomode, porque no lo lograrás y te sentirás presionada.
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