Dicen que enojarte 30 minutos al día puede ser benéfico para tu cerebro y corazón, pero ser tan enojona puede traer problemas a tu vida.
Tal vez, tu salud se encuentre bien, pero tu círculo social se ve afectado debido a tu temperamento tan fuerte.
Sobre todo, porque no buscas a quien te la hizo, sino quien te la pague y te desquitas con todas las personas de tu entorno, por cosas que no hicieron.
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Si ya muchas personas te dijeron que dejes de ser tan enojona o que tu mal carácter está provocando problemas en la relación que tienen, es momento de hacer un cambio.
Porque muy probablemente no te lo digan para beneficiarse o para que cumplas con sus expectativas, sino porque ya están hartos de esta situación.
Que seas tan enojona también les afecta a ellos, porque tus malos tratos ya son insoportables y están a punto de retirarse de tu vida.
Por esto, si no quieres perder a personas valiosas o tener conflictos innecesarios, es momento de realizar un cambio:
Así puedes dejar de ser tan enojona
1. Qué te hace enojar.
Para dejar de ser tan enojona debes comenzar a ver qué te está provocando esta emoción, porque no es solo porque sí o no es que esté en tu sangre serlo.
Algo te está sacando de tus casillas y provoca que explotes contra todo y todos.
Debes ser sincera y analizar por qué te enojas o qué es lo que te incomoda, de esta forma podrás eliminarlo de tu vida o evitar que te afecte tanto.
2. Dedica tiempo para ti.
Tal vez, seas una persona tan enojona porque nunca tienes un momento para ti. Es decir, siempre estás trabajando, ayudando a otros o resolviendo conflictos que no te corresponden, pero que los demás te avientan.
Por esto, tu única alternativa para salir adelante es enojarte, crees que de esta forma te proteges, pero no es así.
Y es momento de que tengas un espacio y tiempo para ti, para relajarte, estar en paz o simplemente para darte un respiro.
3. Realiza ejercicios positivos.
Cuando sientas que el enojo te está dominando o que podría afectar tu vida o salud, es momento de recurrir a ejercicios de respiración.
También puedes probar con frases positivas o con meditación.
El punto es que te tomes un tiempo, respires, reflexiones y te acompañes de palabras tranquilizadoras que te recuerden que puedes manejar la situación de una mejor forma.
4. Busca a un ser querido.
Así como acudes a tus amigos o familiares en un momento de felicidad o logros, también debes buscar su compañía en un momento difícil.
Y sobre todo, cuando estés enojada y sientas que no puedes controlar la situación.
Porque ellos pueden escucharte, aconsejarte y estar ahí para ti, lo que te ayudará a recordar que solo es un mal momento o que hay una solución.
Incluso, ellos pueden compartir tu enojo y dejarte claro que no tienes que cargar tu sola con todas esas emociones.
5. Lleva un diario de emociones.
Una forma de lidiar con el enojo y reconocer la frecuencia con la que llega esta emoción o la provoca es teniendo un diario para registrar tus emociones.
Podrás tener en cuenta qué factores desencadenan tu mal humor o cuáles son las actividades que te ayudan a sentirte mejor.
Incluso, podrás tener un espacio en donde desahogarte y liberarte de tanta negatividad.
¡Ve a terapia!
Si sientes que tus emociones son demasiado fuertes e intensas como para contenerlas, es momento de acudir con un profesional para ocuparte de tu salud mental.
Él te podrá ayudar a reconocer y controlar los pensamientos negativos que te llevan a enojarte.
A través de la terapia, también puedes aprender diferentes formas de responder a esas situaciones que te sacan de quicio.
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