Amar sin poseer, uno de los dilemas que más necesitamos seguir aclarando, trabajando y aplicando para lograr un amor sano.
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¿Alguna vez te has planteado cómo es amar sin poseer? ¿Qué es amar sin poseer? ¿Eres una persona capaz de amar a otra sin la necesidad de poseerla?
Es una de las situaciones que han ido evidenciándose con el paso del tiempo, antes, había un sentido muy estricto en el que el amor significaba posesión «tú eres mío, yo soy tuya».
Hoy, esto es menos literal y con más libertad.
Amar sin poseer
Amar sin poseer es aceptar que la otra persona es libre, no es de nuestra pertenencia, es alguien independiente, libre y a pesar de que esté en un vínculo afectivo con nosotros, es un ser libre que tiene todo el derecho de decidir y hacer su vida como le plazca.
De este modo, si a mí me aman sin poseerme, yo también son libre, no soy de nadie y puedo hacer mi vida como mejor me convenga.
Entonces, cuando dos personas que quieren amar sin poseer, deciden compartir sus vidas desde la libertad de estar juntos y dar lo que les nace, se sabe que están juntos por convicción y voluntad, no por tener que estar o «aguantar».
Con esta mentalidad, los celos son sólo un rumor, porque se sostiene que sólo nos ponemos celosos de lo que creemos que nos pertenece y nos lo pueden quitar, pero al amar sin poseer, la otra persona no nos es «robada».
Por otro lado, también es una manera de acompañar el vuelo de la otra persona pero desde nuestro propio camino, esa persona es libre de cumplir sus metas y proyectos individuales porque es SU vida la que está construyendo sin que eso le robe espacio a lo que es NUESTRO.
Sus amistades, su familia, sus pasiones, hobbies y aficiones son parte fundamental de lo que necesita nutrir para mantener su individualidad.
Eso mismo es lo que nosotras podemos hacer cuando nos aman sin poseer, cultivarnos, procurar amistades, crecer en nuestros proyectos y compartir con nuestra pareja lo que desde su individualidad puede recibir.
Este tipo de amor se construye a diario con esfuerzo, confianza, comunicación, madurez y mucha seguridad.
Para amar sin poseer necesitas dejar a la otra persona ser, aceptar lo que tiene por ofrecer si es que eso te da paz, verlo como una persona independiente y estar a su lado cuando se requiera.
Entender que no es el proveedor emocional que viene a hacerte feliz o rescatarte de la vida que tú misma has construido. Es una persona que está atendiendo su propia felicidad mientras tú te procuras a ti misma.
Dale espacio para que vuele y construya su vida, él decidirá lo que compartirá contigo, si eso es compatible contigo, ¡qué mejor! Si no es compatible, tienes derecho a decidir algo diferente desde tu libertad y por tu paz.
No es tu papá, no es tu solucionador de problemas, no es tu banco, es un compañero de vida que te elige desde su libertad.
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