Quizá te convenga leer esto con tu pareja.
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Existen maneras para decirnos las cosas sin que nos sintamos mal. Cuando nuestra pareja nos hace comentarios para mejorar de manera positiva nos hacen sentir mejor y entramos en razón, pero cuando lo hacen de mala manera o siendo groseros, nos enoja y duele.
Estos son 10 comentarios que nunca quisiéramos escuchar:
1. Engordaste
Puede que nos hayamos excedido un poco con la comida ¡a cualquiera le pasa! Sin embargo, ya es suficiente que alguien de nuestra familia nos lo recuerde para que él también lo haga.
2. Cálmate
Es lo peor que nos pueden decir cuando estamos enojadas. Es como si nos dijeran «tienes pase libre, continúa». Parece que nos retan cada que dicen esto.
3. Me habló mi «amiga»
Cuando conocemos su círculo de amigos y a sus ex que quedan en términos de «amigos» y le hablan… Nunca entenderemos porque lo busca cuando ya es feliz con alguien más.
4. Tu hermano/a es muy pesada
Ok puede que sea cierto y lo sepamos, peeero es NO significa que ellos puedan decirnos algo acerca de nuestra familia. Eso quiere decir que tu tampoco debes decirle algo de la suya.
5. Me siento presionado
Sabemos que pueden llegar a ser más olvidadizos que nosotras, por ello les recordamos muchas veces algo o insistimos tanto cuando algo está mal. Ante esto ellos lo pueden tomar como presión y llegar al siguiente punto.
6. Necesito espacio
Después de mucho tiempo juntos él puede sentir que lo sofocamos y ya no tiene más vida social. En este punto puede querer su espacio y asegurar que lo estás sofocando.
7. Ya tengo planes con mis amigos
Cuando hay un evento importante para nosotras es lógico que queramos incluirlo. Lo invitamos y él sale con su «me hubieras dicho antes, ya hice planes con mis amigos».
8. Eres muy intensa
Tal vez lo seamos un poquito con un tema que nos interese o nos urja, pero ellos lo toman como si fuéramos sus madres diciéndoles que alcen su habitación.
9. No tengo dinero
Ese es el pretexto que ponen para no salir. En primera ¿quién les está pidiendo dinero? Entendemos la parte de la pena y que estén acostumbrados a invitar, pero NO tiene nada de malo ser nosotras las que invitemos de vez en cuando.
10. Cocinas mal
La práctica hace al maestro, puede que no seamos expertas cocinando, sin embargo hay maneras para decir las cosas. Un comentario sutil como «le faltó sal» «se quemó un poco» mantienen nuestro ánimo y ganas de seguir cocinando a un cocinas mal.
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