Esta es una carta eterna para mi mejor amiga:
No basta un «gracias» para poder decirte todo lo que representas para mí, desde que la vida nos juntó has estado a mi lado, has soportado verme llorar, has tenido ganas de matar a alguien que me lastimó e incluso enfrentaste tus miedos para no dejarme sola.
Te recomendamos
-«Me enamoré como una mujer inteligente, como una idiota.»
-8 cosas que pasan inadvertidas y están arruinando tu relación
Recuerdo aquella vez que tuviste que cruzar un puente peatonal p ara poder ir conmigo del otro lado de la avenida, vi cómo te pusiste pálida, te temblaban las piernas y me apretaste la mano muy fuerte mientras ibas diciendo: ¡Sólo por ti lo hago, porque no quiero que estés sola, pero bajando te voy a matar!
Siempre has estado ahí, dándome fuerza cuando no tengo de donde agarrarme, ayudándome a poner mis pensamientos en orden, porque no sólo me dices las palabras que debo escuchar, tus silencios son parte de mi aprendizaje, pues me permites escucharme a mí misma y conocerme más.
Eres quien me ha acompañado en mis lágrimas después de cada tropiezo amoroso, pero también me has regañado por sentirme menos de lo que soy.
Estuviste conmigo cuando falleció una persona muy especial para mí y no sólo te paraste a mi lado, me diste café y un abrazo que fue un respiro en la tormenta.
Eres tan loca como yo, pero a la vez tan prudente que cuando siento que puedo perderme pienso, ¿qué harías en este momento?
A veces, no lo niego, hemos peleado, pero siempre encontramos en la mirada algo que las explicaciones nunca podrán, el sólo vernos nos hace sentir que todo estará bien, nos compone, nos centra y lo que pudo distanciarnos, nos une aún más.
Recuerdo las tardes en que lloramos de risa y comimos hasta reventar
Recuerdo tus ojos en llanto cuando me tocó ser tu respaldo, no quería que el viento te tocara y quería que pronto recuperaras tu paz.
¿Sabes por qué nombro esta carta como ETERNA?
Es simple, sé que pase lo que pase nuestro lazo es como la gravedad, hay una fuerza que nos jala a estar cerca.
No me equivocaría en pensar que me conoces mucho más de lo que la gente cree, y es que la empatía que hemos logrado en estos años de amistad nos da para poder intercambiar nuestra piel.
Incluso puedo sentir la felicidad que te dio cuando besaste por primera vez a tu bebé, siempre supe lo importante que era para ti formar una familia y si hay alguien en este mundo que merece cumplir sus sueños eres tú.
Sé que aunque no hablemos diario, cuando platicamos nos rodeamos de tanta verdad y cariño, que el tiempo se sienta con nosotros a escuchar lo que tenemos que contarnos.
Gracias, gracias por nunca dejarme sola aunque me has dado espacio para conectarme conmigo cuando lo necesito, gracias por la confianza que has depositado en mí, por tus palabras de aliento y por reír conmigo. Sabes lo que quiero decir en una mirada, un gesto o una palabra, es como si pudieras leerme la mente.
Amiga, lo que hemos logrado es tan especial, que deseo que todas las personas encuentren en un amistad la complicidad que tenemos, la confianza que hemos construido, el respeto que nos hemos ganado y la diversión que hemos experimentado.
Me siento afortunada de haber encontrado a alguien como tú y podría llenarme la boca de decir que me elegiste para ser tu mejor amiga, pero mejor, me lleno el alma de saberlo.