El otro día mientras perdía el tiempo en Instagram leí la frase: “Ama cuando estés lista, no cuando te sientas sola” y mi cuerpo sintió un hueco en el corazón.
Esa imagen me estaba dando una pedrada muy grande, pues durante mucho tiempo hice eso.
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Terminaba una relación amorosa y al instante corría a los brazos del hombre equivocado. No esperaba a estar lista y menos a curar las heridas de mi anterior relación amorosa.
Simplemente creía que un clavo podría sacar todo ese dolor que me dejó mi anterior amor, sin embargo, no fue así.
Ama cuando estés lista, no cuando te sientas sola
Cada decepción amorosa que había tenido me hacía sentir muy sola, no me sentía capaz de perdonarme ni de amar otra vez.
Pero, al final siempre cedía a los encantos de aquel hombre que me hablará bonito. Pues él me recordaba lo maravillosa, inteligente, fuerte, capaz y hermosa que soy.
Sabía que si él me lo decía era por algo y que este nuevo amor sí estaba viendo lo que él otro no pudo, sin embargo, la relación terminaba de la misma forma.
Él se iba sin darme explicaciones de su falta de amor, simplemente me decía que ya no estaba a gusto y que no quería herirme.
Al final, me sentía más vacía y sola. Creía que no era tan buena o genial y por eso nadie quería estar a mi lado.
Sin embargo, después de tropezarme con amores fugaces, me di cuenta de que nadie se quedaba a mi lado, no porque no me creyeran maravillosa, sino porque yo no sabía estar conmigo misma.
Ellos podían ver algo que yo no podía o que no quería ver. Sentía que necesitaba su aprobación para ser feliz, pero solo necesitaba la mía.
Necesitaba sentirme feliz en mi propia piel, quererme y respetarme primero a mí, para después abrirle mi corazón a la persona correcta.
¡No estás sola!
Las circunstancias no me permitían verlo, nunca estuve sola, siempre me tuve a mí. En las buenas, malas y hasta en las peores estaba ahí para recordarme que ese mal amor pasaría y que probablemente vendrá otro mejor.
Lo malo, es que se me olvidó valorarme más y saber que no estaba lista para amar a cualquier hombre.
Primero tenía que perdonarme, curarme y amarme más para poder disfrutar lo valioso de mi vida, después de aprender eso, lo supe.
Estaba lista para amar, en el momento en el que supe estar en paz conmigo misma pude abrirle mi corazón la persona correcta y no al primer “amor” que encontré.
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