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Acciones con las que te pierdes a ti misma por cuidar de otros

Te dejas a un lado

Por personas que no lo valen

Cuidar de los demás es un acto valioso, pero deja de serlo en el momento en el que te pierdes a ti misma por darle prioridad a otros.

Sí, es bueno que te preocupes por los demás y que les brindes el amor que siempre te han dado o el que tú sientes por ellos.

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Sin embargo, debes ver que todo tiene un límite y que mientras a ellos les das todo, tú te pierdes por un poco de cariño.

Incluso, necesitas abrir los ojos y darte cuenta de que lo das todo y te pierdes por una persona que jamás haría lo mismo por ti.

Por esto, hoy es un buen momento para que notes que te estás perdiendo en el camino y que podrías quedarte sin nada…

Acciones con las que te pierdes a ti misma por cuidar de otros

1. Atiendes las necesidades de otros.

Ignorar tus propias necesidades emocionales, físicas o mentales en favor de los demás, no es algo tan bueno como crees.

Ya que, siempre estás corriendo a atender a los demás y a darle prioridad, mientras que tus propias necesidades no las atiendes o las dejas para el último.

De esta forma solo te creas problemas innecesarios y terminas arruinando tu propia vida.

2. Cambias tus intereses.

Dejar de lado tus pasiones o hobbies porque sientes que no son prioritarios o que le molestan a alguien que quieres, es un error.

Porque te haces chiquita para no incomodar y darle prioridad a alguien más, pero esa persona nunca hace lo mismo por ti.

Te pierdes al cambiar para complacer a los demás, y lo peor de todo es que esas personas no lo valoran, solo te exigen más.

3. Asumes responsabilidades ajenas.

Tomar cargas que no te corresponden puede agotar tu energía y tiempo, porque crees que puedes con todo al mismo tiempo y no es así.

Y lo peor de la situación es que, cargas con los problemas de los demás, pero no te haces cargo de los tuyos, porque no tienes tiempo para ti.

4. Te callas por complacer.

Sacrificar tu opinión o deseos para mantener la paz, incluso cuando no estás de acuerdo con lo que se dice o hace, es una forma en la que te pierdes.

Porque te han hecho pensar que “calladita, te ves más bonita”, o que así te van a querer más, incluso que, recompensarán tus sacrificios, pero todo se queda en promesas vacías.

5. Te sientes obligada.

Si siempre te sientes culpable y te esfuerzas demasiado para ayudar, a menudo a expensas de tu propio bienestar, es claro que algo no está bien.

Porque te sientes obligada a apoyar a todo el mundo, sin importar que tú salgas perdiendo a mitad de camino o te quedes sin nada, y esa no es una acción sana para ti, sobre todo, porque das todo y aun así crees que no es suficiente.

6. Te aíslas.

Pasar tiempo con los demás y descuidar tus relaciones personales o tu tiempo a solas es una señal de que no te estás dando prioridad.

Porque te alejas de personas que te aprecian y te dan lo mejor, mientras te quedas con aquellas que solo se aprovechan de ti.

7. No hay respeto.

No establecer límites saludables con las personas que ayudas, puede llevar al agotamiento y resentimiento.

Sobre todo, porque reprimes tus propios sentimientos para no cargar a otros con ellos, pero sí dejas que los demás te pongan toda su carga encima. Por lo que no te respetan ni te valoran, solo te usan a su conveniencia.

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