El senador, Manuel García y su esposa, Mariana Rodríguez, son tendencia en Twitter, gracias a un video en el que ambos protagonizaron una escena «de pareja» que levantó polémica por muchas razones.
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Más allá de que Mariana sea conocida en redes por algunas otras experiencias, menos de un minuto de video junto a su esposo, deja varias razones para debatir todo lo que puede estar mal en una pareja.
Aquí te dejamos el video:
“Samuel” y “Mariana”:
Por este video. pic.twitter.com/ABaYpZ4x35— ¿Por qué es Tendencia? (@porkestendencia) August 10, 2020
Estas son las 5 cosas que notamos del video de Mariana y Samuel:
1. Hacer un «en vivo» no es cualquier cosa.
Pero qué bueno que la pareja lo hizo pues así se exhibió que la violencia y la sumisión están presentes, desafortunadamente, en cualquier escala social, así que la lucha para erradicarlas nos toca a todos.
2. Samuel sólo se dedica a ser Samuel.
En el video se notan claramente las reacciones de cada uno de la forma más natural posible, Samuel sólo se dedica a ser Samuel, no le imporó que estaban a cámara, no sólo no tuvo vergüenza, en realidad, no tiene el criterio para entender lo que pasó.
3. Mariana pidió disculpas de un «error» que no cometió.
La respuesta de Mariana quiso ser simpática para no evidenciar más lo que ya estaba sobre la mesa, el abuso.
Y, por supuesto, para no empeorar las cosas y asumir el error se disculpó por ser ella, por sentirse cómoda, por enseñar su rodilla.
4. ¿El matrimonio es para controlar?
Después, el senador, termina diciendo, «me casé contigo pa’ mí, no pa’ que andes enseñando», entonces, el mensaje es claro.
Uno de los usos que le da al matrimonio es el derecho de poder controlar la forma en la que su esposa se viste, «enseña» o no, según su apariencia.
5. Esto es responsabilidad tanto de hombres como de mujeres.
¿Qué hubiera pasado si, en el video, Mariana pone un límite y dice, «no estoy enseñando nada, mi pierna se queda donde está»? ¿Qué hubiera pasado si, de entrada, Samuel no le pide que deje de enseñar la pierna»? Ambos géneros somos responsables de erradicar este tipo de conductas.
Ellos, respetando, defendiendo y promoviendo que el ser nuestras parejas no les permite vernos como posesiones.
Nosotras, marcando límites en nuestras relaciones.
Recordemos que el respeto es para ambos, ella pudo responder, «me casé contigo para que respetes mi persona».
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