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Por cuarto año consecutivo se realizó el Paro Nacional “Un día sin mujeres”, que consiste en mostrarle a nuestro gobierno qué pasaría si todas desapareciéramos.

El 9 de marzo se realiza un paro para exigir justicia, libertad y seguridad, debido a la ola de feminicidios y violencia de género que existen en nuestro país.

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Un día sin mujeres no es un día de asueto, descanso o de flojera como muchas personas creen, es un día para reflexionar y crear conciencia.

El objetivo es que se sienta nuestra ausencia, que se note que la vida, el país y nuestro entorno cambia cuando una persona desaparece.

Este año, el equipo de HeyHeyHello decidió unirse al paro por completo, es decir, dejamos de realizar nuestras actividades cotidianas y dejamos “huella” para que se sintiera nuestra ausencia.

Y hoy quiero contarte lo que reflexioné durante este día:

Qué aprendí del paro del 9M…

Para una persona que le gusta su trabajo, que se siente apoyada por su jefa y equipo de trabajo, y que además es workaholic, es difícil tomar un “descanso”.

Y todo se vuelve más complicado cuando se trata del paro del 9M, porque evidentemente no me gusta la idea de desaparecer y menos de ser silenciada.

Porque durante muchos años me han dejado en la sombra o me han hecho creer que no valgo la pena y debe enfocarme en seguir un estereotipo.

Y si a eso le sumas que nunca me he sentido 100% segura en las calles por miedo a no regresar a mi hogar, todo empeora.

Para mí hacer el paro es algo difícil, porque siento que estoy de manos cruzadas y no puedo hacer nada, mi mente piensa un sinfín de cosas y la ansiedad se hace presente.

Incluso, me quedé con el pendiente de que no dejé nada listo para mi trabajo o que tenía que trabajar, pero no entrar a redes sociales ni salir a la calle.

Al final decidí hacer el paro y quedarme todo el día en casa y lidiar con mis pensamientos, que en está ocasión no fueron tan duros conmigo…

Unsolash/Vonecia Carswell

Sí hacemos falta, sí somos importantes

En este 9M desaparecimos y callamos, pero no bajamos la guardia, tomamos un “respiro” para volver con más fuerza.

Porque queremos dejar en claro que no hacemos el paro por gusto, sino por una desesperada necesidad de que nos vean y nos tomen en cuenta.

Estamos hartas y cansadas de ser silenciadas, ignoradas y violentadas por el simple hecho de ser mujeres.

Y no estamos pidiendo nada del otro mundo, solo queremos respeto y justifica, porque eso es lo mínimo que pueden darnos.

¿El paro funciona?

El 9M ya es visto como un día válido para desaparecer y “protestar”.

Sin embargo el 8M que es un día para conmemorar a las mujeres que han luchado por nuestros derechos, no se ve como tal.

No puedes faltar a tu trabajo, te felicitan, te critican, ven a la marcha del Día Internacional de la Mujer como un acto de violencia o innecesario.

Pareciera que prefieren que callemos y no incomodemos a nadie.

Y no digo que el paro esté mal o que nos perjudique, simplemente que no debemos permitir que cambien nuestra lucha o nos hagan pensar que está mal.

El paro sirve para que nuestra ausencia se note, pero que también duela y cause un impacto, porque desaparecimos por un día, pero en este país ese día se puede convertir para siempre.

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