La historia de este niño peruano nos conmovió profundamente.
Muchas veces las redes sociales nos presentan casos de personas de bajos recursos luchando contra todo para lograr sus sueños. Algunos reciben apoyo y otros se quedan esperando ayuda.
La gente se ha acostumbrado a subir historias en redes sociales de gente que necesita ayuda, pero no hace nada para ayudarlos a salir adelante.
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Un caso que llamó la atención de muchos y se volvió viral, fue la historia de un niño peruano que estudiaba en la banqueta, pues no tenía luz en su casa y no podía hacer su tarea.
En el video que se viralizó se puede ver al niño con una actitud “alegre”, pese a su situación, él está tranquilo y menea sus pies mientras lee atentamente.
Afortunadamente esta historia tuvo un final feliz…
Víctor Martín Angulo es el nombre del niño que hacía su tarea en la calle, porque en su casa no hay luz desde hace 10 años.
Las cámaras de seguridad del municipio de Moche detectaron que Víctor estaba a altas horas de la noche haciendo su tarea.
Después de que su historia se volviera viral, fue visitado por el alcalde de Moche, quien le regalo útiles escolares y además pagó la cuenta de electricidad para que en su hogar ya tuviera luz.
Sin embargo, la historia no termina ahí, un multimillonario árabe se conmovió con su historia e hizo lo inimaginable.
Conmoviendo corazones
El empresario árabe, Yusuf Ahmed Mubarak le pidió a su asesor Gilberto Rosas Landa buscar al niño.
Aunque la búsqueda no fue nada fácil, el mexicano Gilberto Rosas logró contactar al Ministerio de Perú para que le dieran datos del caso.
Viajó a Perú para ir de municipio en municipio en busca de Víctor, hasta que encontró al director de la escuela Ramiro Aurelio Ñique Espíritu, escuela donde estudia el menor.
El empresario viajó a Perú para conocer a Víctor y le ofreció construirle una casa de dos pisos, remodelar su escuela, en la que creará una sala de computadoras y ponerle un negocio para que su madre pueda trabajar.
A cambio, el multimillonario le pidió a Víctor que sacará buenas calificaciones y que lo invitará a comer en diciembre, fecha en la que regresará para supervisar todo lo que ofreció.
Incluso jugó una cascarita con el niño, le regaló dinero y le ayudó a hacer su tarea en la misma banqueta en donde estudiaba.
Debido a esta situación, Víctor se ha convertido en “Embajador de la lectura” y desea convertirse en policía.
Es bueno saber que en el mundo aún existen personas dispuestas ayudar a otras, tenderles la mano y darles ese impulso que necesitan.
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