El día de ayer te contamos sobre la desaparición de una joven de 27 años, Karen Espíndola. Su familia había reportado que no podía comunicarse con ella y que su último mensaje decía que estaba en un taxi, que el chófer parecía sospechoso y grosero.
Las redes sociales se movilizarán y compartieron la información de la joven para que fuera encontrada.
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Pasaron 15 horas y Karen Espíndola regresó a su casa, su hermano aseguró que no había llegado en las mejores condiciones y que el caso seguiría.
Sin embargo, diversos medios han mostrado un vídeo de Karen en un bar muy cerca de su casa. Ella entró al establecimiento alrededor de las 4 de la tarde y salió a las 2 de la madrugada en compañía de un hombre.
Lamentablemente Karen tomó una mala decisión y puso un pretexto muy fuerte para tomarse un rato de diversión.
Hasta el momento ella no ha confirmado o negado nada, simplemente se ha mantenido al margen de la situación que ocasionó.
Y aunque Karen Espíndola actuó mal, su caso nos ha dejado grandes lecciones que debemos seguir considerando por nuestro bienestar:
7 cosas que aprendimos del caso de Karen Espíndola
1. Confiar.
Si alguien te pide ayuda, siempre créele. Demostremos empatía y si está en nuestras posibilidades ayudar a alguien a estar sano y a salvo, hagámoslo.
Confiemos en su palabra, ya que sino lo hacemos el día de mañana podríamos arrepentirnos.
2. Actuar.
Tal vez, creas que en tu casa no puedes ayudar a nadie o que no está en tus manos, pero con solo compartir la información, tratar de comunicarte con una persona o seguir un viaje de Uber serás de mucha ayuda.
Pequeños actos podrían salvar la vida de alguien, así que, si alguien te pide ayuda, haz lo que puedas, créenos que ese detalle hará la diferencia.
3. No mentir.
Todas nuestras decisiones tienen consecuencias, a veces la diversión podría orillarnos a decir una mentira “piadosa”, pero piensa en tu seguridad antes de hacerlo.
Sí te vas a ir de fiesta, con tu pareja o simplemente quieres llegar más tarde a tu casa, avísale a alguien en dónde y con quién estarás.
Es importante que alguien de tu confianza sepa que estás sana y a salvo.
4. Hacerte responsable.
El camino fácil nunca será lo mejor. Si tomaste una mala decisión, acepta la responsabilidad de tus actos.
Créenos que tu familia estará más feliz de verte viva. Un regaño durará un par de minutos, pero si te ausentas podría ser para siempre.
5. Cuidarte.
Recuerda tomar las medidas adecuadas antes de subirte a un taxi, Uber, Didi, etcétera. Toma foto de las placas, chófer y cartón de circulación.
Comparte tu ubicación en tiempo real y mantente alerta en todo momento.
6. Tomar precaución.
Si sientes que algo no está bien, comunícate con alguien de tu confianza, bájate del auto o acércate a una persona. Confía en tu instinto.
7. Exigir.
Necesitamos exigir que nuestra ciudad sea un lugar seguro y tranquilo para todos. Que no temamos salir de noche y que podamos ser libres.
Por esto, siempre debemos cuidarnos unos a otros y hacer que nuestras autoridades cumplan con su trabajo.
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