Si ya te peleaste con medio mundo por culpa de tu mal humor, es momento de hacer algo al respecto, porque si sigues así, esto te jugará en contra.
Sí, todos tenemos momentos de irritabilidad, pero la diferencia está en cómo los manejamos para no dañar nuestras relaciones ni nuestra propia paz.
Te recomendamos:
Lo que debes hacer si tu pareja te pide abrir la relación
Cosas que no debes hacer si te encuentras a tu ex con su nueva novia
¡Échale un ojo al Facebook de Hey Hey Hello! 😉
Y si tú has permitido que tu mal humor no tenga límites y controle tu vida, te estás creando muchos problemas.
Lo mejor que puedes hacer por ti, es comenzar a gestionarlo, para que de esta forma, no te hagas daño a ti misma ni a los demás.
A continuación, te damos consejos que son muy prácticos y emocionales, que te serán de gran ayuda:
Tips para gestionar tu mal humor
1. Reconoce las señales tempranas.
Observa cuándo empieza a aparecer el mal humor, checa si hay tensión corporal, respiración rápida, impaciencia, pensamientos negativos.
Cuanto antes notes que te estás alterando, más fácil será calmarte antes de explotar. Necesitas ser consciente antes de reaccionar.
2. Detente antes de responder.
Respira profundamente tres veces antes de hablar o actuar. Si puedes, aléjate unos minutos para enfriar la mente.
Responder con calma y con la mente tranquila, es mejor que reaccionar con rabia.
3. Identifica la raíz real.
A veces el mal humor no viene de lo que parece, es decir, no se trata sobre la acción que hizo otra persona, sino algo que pasa en ti.
Por esto, pregúntate: ¿Estoy cansada, hambrienta, estresada o frustrada por otra cosa? ¿Estoy cargando con algo no resuelto? Entender la causa te da el control de la situación.
4. Aprende a comunicarte sin atacar.
En lugar de gritar o cerrarte, di lo que sientes con claridad. Por ejemplo: “Me siento irritada y necesito un momento para calmarme”, “no quiero discutir ahora, prefiero hablarlo más tarde.”
Expresar tus emociones sin agresión previene conflictos mayores.
5. Usa el movimiento.
El ejercicio físico es uno de los mejores reguladores del mal humor. Por esto, te recomendamos caminar, correr, bailar o estirarte.
Mover el cuerpo limpia la mente y ayuda a liberar tensión.
6. Cuida tu descanso y tus hábitos.
Dormir poco, comer mal o saturarte de pantallas te hace más irritable. Lo mejor es que establezcas rutinas de descanso, buena alimentación y pausas durante el día.
Un cuerpo agotado no puede tener calma y puede tener reacciones negativas, así que, dale el descanso que se merece.
7. Práctica técnicas de regulación emocional.
Haz respiración consciente o meditación (5 minutos diarios bastan), escribe lo que sientes antes de decirlo y escucha música relajante o haz algo creativo.
Porque no se trata de reprimir tus emociones, sino de canalizarlas.
8. Habla de ello con tus seres cercanos.
Hazles saber que estás trabajando en tu mal humor, para que te comprendan y colaboren.
Porque así como tú te puedes enojar por cosas en las que no has trabajado, ellos también pueden hacer cosas que te irritan y que provocan que te alteres.
9. Perdónate cuando falles.
Todos tenemos días malos, así que, si reaccionas mal, reconócelo, discúlpate y sigue adelante. No busques perfección, busca progreso y sentirte bien contigo misma.
Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram y TikTok.