Si estás empezando a conocer a un hombre y quieres comentarle que vives sola, lo mejor es que lo pienses mejor dos veces, porque no será lo mejor para ti.
Tal vez, creas que debes ser sincera con él y que no hay nada de malo al comentarle que tienes casa sola, pero sí hay un problema ahí.
Te recomendamos:
Formas en las que tu ex te demuestra que quiere volver contigo
Tips para vestirte con estilo en temporada de frío
¡Échale un ojo al Facebook de Hey Hey Hello! 😉
Una usuaria de “X” recientemente nos comprobó que no era la mejor idea al publicar lo siguiente:

Y sí, al inicio puede sonarte gracioso, pero mientras más lo piensas, ya has vivido esta experiencia, con más de un ligue.
Algunas usuarias de esta red social comenzaron a contar sus experiencias y no solo eso, en los comentarios postearon capturas de pantalla en donde ellos siempre se invitaban a sus casas, sin importar que llevaran 2 días de conocerse o años sin verse.
La mayoría pretendía que los dejaran dormir en su casa, pero claro, antes tendría que cocinarles, atenderles y tener intimidad, para que sintieran “amor” o les dieran la posibilidad de tener algo.
Incluso, algunas mencionaron que cedieron y que de ahí se desató el caos, porque no fue cosa de una noche, sino que se instalaron en su casa y ya vivían con ellas sin pagar renta y ayudar en nada.
Decirle a tu ligue que vives sola puede parecer algo inocente, pero hay varias razones por las que es mejor ser prudente, sobre todo cuando aún no hay suficiente confianza.
Y si aún no te has asustado con los comentarios de esa publicación, te damos más razones para no dejarlo entrar a tu casa tan rápido.
Razones para no decirle a tu ligue que vives sola
1. Seguridad personal.
Cuando alguien sabe que vives sola puede insistir en ir a tu casa antes de que tú te sientas lista. Incluso, puede aparecer sin avisar o presionar para “pasar un rato”.
Te expones sin querer, porque no sabes si ese hombre resulta tener actitudes controladoras, intensas o invasivas.
Esto no significa que “todo ligue sea peligroso”, sino que mereces tomarte el tiempo de asegurarte de que la persona es confiable antes de abrir esa puerta, literal y figuradamente.
2. Evita que quiera vivir contigo demasiado rápido.
Hay personas que confunden conexión con permiso y que tienen estilos de apego muy ansiosos, porque buscan estabilidad o conveniencia y aceleran relaciones.
Decir que vives sola puede sonar, para ese tipo de personas, como una oportunidad. Y eso puede llevar a comentarios como “pues voy a caerle cuando sea”, bromas que suenan muy serias como “¿y si mejor me mudo contigo?” y conductas que invaden tus límites.
No es tu responsabilidad lidiar con eso, pero sí puedes prevenir que la dinámica empiece mal.
3. Control de la información.
La información personal es poder y contar demasiado, muy pronto, puede darle a alguien ventaja sobre tu vida privada antes de que tú sepas si merece ese nivel de acceso.
Porque no solo querrá hacer planes en tu casa, sino que pensará que le estás dando un pase directo a ella.
Y todo esto empeora cuando él sabe exactamente dónde vives y se aparece sin ser invitado y en horas imprudentes.
4. Mensaje ambiguo.
A veces, decir que vives sola puede interpretarse (aunque no sea tu intención) como una invitación o una señal de disponibilidad, lo que puede generar expectativas o presiones incómodas.
Es decir, él pensará que si va a tu casa, podrá hacer lo que quiera, incluso, habrá quien la verá como suya y hasta invitará a sus amigos.
5. Construir confianza lleva tiempo.
Las primeras conversaciones deberían centrarse en conocerse, no en detalles de tu situación de vivienda.
Lo personal se comparte cuando ya hay un vínculo más sólido, no apresures las cosas o podrías arrepentirte.
Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter, Instagram y TikTok.