¿Alguna vez te has preguntado cómo tomas decisiones en tu vida? Pareciera una pregunta poco usual pero no por eso no significa que no debamos de hacérnosla al menos una vez en la vida.
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¿Tienes claro cómo has tomado las decisiones en tu vida que han sido importantes? Esas que han marcado un antes y un después en ti.
Porque consideramos que nuestras decisiones necesitan estar alineadas nuestros ideales, expectativas, valoresy convicciones, a todo lo que nos representa en cada etapa.
Con el paso del tiempo podemos caer en el error de tomar decisiones y actuar en forma automática, es decir con lo que hemos aprendido desde que somos niños hasta el momento en el que nos encontramos
Por eso, vale la pena que nos preguntemos: ¿cómo y desde dónde tomo mis decisiones? Esas elecciones con las que elijo ser YO.
Entonces, si tú tomas decisiones desde lo que tú crees, lo que consideras que está bien y que es correcto porque eso es lo que te han enseñado, está bien, pero queremos decirte que ese no es todo el trabajo.
Tomar decisiones implica ser consciente de lo que somos, de lo que queremos y de lo que no queremos repetir
Si basamos lo que somos en lo que siempre hemos pensado estaríamos estancando nuestro crecimiento personal, se llega a una edad en la que no solo es necesario cuestionarnos quiénes somos y por qué decidimos lo que decidimos, es indispensable hacerlo para nuestro crecimiento, para evolucionar, para ver la vida desde otros enfoques con el aprendizaje que a lo mejor otros no pudieron lograr y que hemos acumulado en experiencias individuales.
Es de sabios cambiar de opinión, es de sabios cuestionarse y hacer introspección, eso se refleja cuando tomamos decisiones.
No es un error estar apegados a lo que aprendimos a lo largo de los años o lo que nos fue enseñado, pero sí es un error no reaprender, no crecer, no hacer reflexión, no hacer ejercicios de introspección para saber quiénes somos y hacia dónde vamos; tomar decisiones es lo que nos acerca en la vida a ser lo que queremos ser.
Así que aprendamos a cuestionarnos desde dónde tomamos cada decisión, con qué la tomamos, si con prejuicios juzgando la vida de otros, desde el miedo, desde el conformismo, desde el amor, desde la soberbia…
Estamos conscientes de que no podemos ser perfectas, pero también hay que estar conscientes de que la vida es única, de que cada día es irrepetible, de que no nos hacemos más jóvenes y de que está en nuestras manos el poder elegir.
Y tú, ¿cómo tomas decisiones?
🤔
Está en nuestras manos ver y decidir si queremos ser las mismas de siempre o crecer con amor propio, humildad, sabiduría, disposición y voluntad.
Muchas personas quizá nunca se preguntan desde dónde deciden, algunas quizás solo tienen la opción de decidir desde su necesidad, incluso, desde su necesidad emocional, pero si tú, al igual que yo, captas este mensaje y entiendes que está en tus manos elegir más conscientemente no lo eches en saco roto
El crecimiento personal no es lineal, no es cómodo y está lleno de preguntas, incluso, de retrocesos o de introspección para aprender a distinguir, desaprender y reaprender conductas, hábitos y valores. Es así como logramos una verdadera conexión con nosotras mismas.
El día de mañana en que te enfrentes a un momento decisivo, tendrás la oportunidad de tomar una decisión consciente, si haces esto:
1. Haz una reflexión profunda escuchándote en todos los niveles.
2. Cuestiónate, ¿vas a actuar según lo que debes hacer, lo que estás acostumbrada y has normalizado?
3. Pregúntate, ¿lo que elegirás te acerca a la persona que quieres ser?
Recuerda, a veces, es necesario olvidarte de quién eres y recordarte quién quieres ser.
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