Carta al hijo que no pude tener…
Hola bebé, querido hijo, esto puede parecerle extraño a muchas personas, pero no importa, estoy segura que más de un corazón entenderá estas palabras.
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La vida me dijo «NO», no pude tenerte en mis brazos, no pude verte crecer dentro de mi estómago, ni conocer tu carita que tantas veces me imaginé.
Tampoco pude vestirte, besar tus mejillas, ni acercarte a mi pecho para darte algo más que calor con el más grande instinto de la maternidad.
Me ha llevado tiempo, pero ahora me toca despedirme de ese sueño y de aceptar que las cosas pasan por algo, sé que el tiempo siempre tiene las mejores respuestas.
¿Sabes? Tardé mucho en buscarte, pero nunca me imaginé que la vida me pusiera tantas pruebas antes de planearte como una realidad.
No puedo reprocharle nada al pasado porque sería ir en contra de mí misma, me consuela saber que hice lo que estaba en mis manos para vivir un día a la vez en una realidad hermosa, sí, pero a veces, devastadora.
Hoy, tu ausencia me duele, verte como un sueño lejano me apachurra el corazón, pero a la vez, me llena de amor por ti, por mí, por tu papá y por nosotros tres.
Porque el solo hecho de pensar en ti nos iluminaba el corazón y las noches, porque fuiste y serás, un motivo para ser fuertes, para ser honestos, para ser claros y para crecer.
Eres el hijo que no pude tener, pero que siempre llevaré en mi corazón.
Por eso, hoy quiero ser la mujer que te llene de orgullo, seré esa mujer que sigue adelante y que hace lo que necesita hacer para vivir en paz.
Cuidaré de mi cuerpo por mí y por ti, cuidaré de mis emociones por mí y por ti, cuidaré que tu recuerdo me llene el alma de amor y no los ojos de lágrimas, estoy en ese proceso. Confía en mí, lo lograré.
Suspiro al pensar en ti, pero aún tengo la ilusión de dejar que todo se acomode y la vida siga pasando tal como ha pasado, que al final y al cabo, esto es vivir.
Hijo, gracias por recordarme que mi salud es importante, gracias por recordarme que hay muchas personas que me aman.
Sé que cuando estas sensaciones pasen, dejarán de pesar y entonces, seré más consciente de esta experiencia, pero no dudes que si hay algo en estas palabras es amor.
Esto no es una despedida, para mí es una bienvenida, eres el motivo de una nueva faceta en mi vida y eso me impulsa a continuar más entera, más fuerte, más sana, más sensible, más consciente.
Gracias por los sueños, las risas y el amor.
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