Si cada vez que lo haces con ese hombre no disfrutas en lo absoluto, es momento de ver que ahí hay un problema.
Y no, no nos referimos a que tú seas frígida o que él lo tenga pequeño, sino a otro tipo de situaciones.
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Cuando no disfrutas la intimidad con un hombre, puede deberse a causas físicas, emocionales, psicológicas o que dependen del tipo de relación que tienes con ese hombre.
Identificar el motivo es el primer paso para resolverlo y para sentirte bien en la intimidad.
A continuación, te contamos algunos motivos por los que no disfrutas al hacerlo con ese hombre y lo que puedes hacer juntos para resolver esta situación.
Razones por las que no disfrutas la intimidad con ese hombre
1. Falta de conexión emocional.
La intimidad física muchas veces se ve afectada por la ausencia de una conexión emocional profunda.
Si no te sientes querida, valorada, respetada o comprendida, el deseo puede apagarse.
2. Comunicación deficiente sobre deseos o límites.
Si no puedes expresar lo que te gusta o no te gusta, o él no se interesa en saberlo, es difícil que la experiencia sea satisfactoria.
La intimidad se basa en confianza y buena comunicación, y si esta no existe, es poco probable que la pases bien en la cama con ese hombre.
3. Sentirte presionada o forzada.
Si accedes a estar con él por compromiso, miedo a que se moleste o simplemente para “cumplir”, es natural que no lo disfrutes.
El deseo genuino no nace desde la obligación. Debes ver que no disfrutas de estar con él, porque no quieres hacerlo o en la forma en la que lo hace, no es disfrutable para ti.
4. Falta de preliminares o conexión previa.
Cuando él va demasiado rápido, o no hay tiempo para crear un ambiente de intimidad y deseo, el cuerpo no responde igual.
La conexión previa es clave, especialmente para las mujeres, por lo que si no se toman ese tiempo para calentar las cosas, es muy probable que no la pases bien en el acto.
5. Dolor o incomodidad física.
Cualquier tipo de molestia física (sequedad, tensión, condiciones médicas, etc.) puede hacer que no disfrutes el acto.
En ese caso, es importante consultar con un profesional, porque sentir dolor durante las relaciones íntimas no es normal.
6. Traumas o experiencias pasadas.
Si has tenido experiencias negativas o traumáticas (incluso si no las relacionas directamente con este hombre), pueden estar afectando tu capacidad de entregarte o disfrutar plenamente.
Tal vez, sea el momento de acudir a terapia para resolver este problema.
7. Falta de atracción o química.
A veces, simplemente no hay atracción suficiente, o la energía entre ambos no fluye de forma natural. No hay nada malo en eso, pero es un factor importante.
Porque si no lo deseas o las cosas no se sienten mutuas, no se van a dar, por más que las fuerces.
8. Baja autoestima o inseguridad corporal
Si te sientes incómoda con tu cuerpo, juzgada o comparada, puedes desconectarte emocional y físicamente durante el acto. La autoconfianza es clave para disfrutar la intimidad.
9. Monotonía o aburrimiento.
Si siempre pasa lo mismo o no hay innovación, curiosidad ni juego, el interés puede bajar con el tiempo. La intimidad necesita renovarse y adaptarse a cada etapa de la relación.
Por lo que si siempre hacen lo mismo o ya no hay sorpresas o emoción, lo suyo se enfriará.
10. No estás realmente enamorada o interesada.
Estar con alguien sin sentir un vínculo profundo o real interés puede hacer que todo se sienta vacío, incluso si “en teoría” todo parece funcionar.
No disfrutas con él, porque no hay amor o porque realmente no te gusta y te sientes extraña al hacerlo sin ningún tipo de sentimiento profundo.
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