Me estoy dejando las canas, comencé con dos mechones a la altura de las orejas y ahora es la raíz de todo el cabello que rodea mi cara.
Si bien, no ha sido del todo fácil, he encontrado aprendizaje en esta decisión y quiero compartírtelo.
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Cosas que he aprendido ahora que me estoy dejando las canas
1. Me dejó de importar la opinión de los demás.
Antes pensaba que no quería que la gente viera que era una mujer canosa, pero los años han hecho que me replantee qué tanto me importa la opinión de los demás.
Si soy sincera, ahora no me importa que vean mis canas o que al hablar conmigo vea que su mirada se posa en esos cabellos blancos que antes me acomplejaban.
«La belleza está en los ojos de quien la mira», dicen por ahí.
2. Tengo un concepto de belleza más real.
Me siento hermosa siendo yo y me encanta descubrir la belleza de la gente, las canas son una característica más que desde mi opinión no afectan lo hermoso de alguien.
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3. Hoy es lo que quiero, pero soy libre de cambiar de opinión.
Llevo más de 3 meses sin pintarme el cabello, hoy, en este momento de mi vida, es lo que quiero. Si el día de mañana cambio de opinión, me ocuparé en su momento.
Es decir, si después me canso de mi look, podría pintarme el cabello otra vez. Soy libre y tengo derecho a cambiar de opinión.
4. Ya no pintarme el cabello ha sido liberador y sano.
Antes se me caía mucho el cabello, los retoques eran cada 3 semanas y mi bolsillo lo notaba. Ahora, mi cabello está más sano y no estoy esclavizada al tinte.
5. Es divertido notar cómo a algunas personas les conflictúa «verse más viejo».
Me han hecho comentarios con los que noto cómo es que algunas personas están sumamente espantadas de envejecer o de parecer mayores.
Me alegra saberme libre esos prejuicios.
6. Hay cortes y peinados que hacen que las canas luzcan geniales.
El corte en capas ayuda a lucir las canas en el cabello.
7. Está bien dudar.
Claro, de vez en cuando dudo de si dejármelas o probar un nuevo color de tinte, pero no es una duda que me surja desde la vanidad o la inseguridad, sin embargo, todas las dudas son válidas.
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8. Ocupo el matizador que me convence.
Hay productos muy caros y otros más accesibles, he elegido uno que me ayuda a mantener mis canas plateadas sin tonos amarillentos y que también está en mi presupuesto.
9. Hay opciones para hacer el proceso más amable.
Es decir, hay decoloraciones, mechones o cortes que ayudan a hacer el proceso de dejarte las canas de forma más amable, así que alimentarse de todo eso está bien y ayuda mucho. Al igual que seguir en redes sociales a usuarios que están haciendo lo mismo.
Las canas son bellas, son parte de nuestra genética o de nuestra historia, lo importante es tener seguridad y dejarnos ver con orgullo en nuestra versión más auténtica.
He sido paciente conmigo y el proceso ha valido mucho la pena.
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