No usar protector solar con regularidad puede tener varias consecuencias negativas para la salud de tu piel, tanto a corto como a largo plazo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la American Academy of Dermatology recomiendan el uso diario de protector solar como medida preventiva esencial de salud pública.
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Por lo que es esencial que lo uses todos los días. No importa si está nublado, llueva o no vas a salir de casa, debes ponerte protector solar.
Algunos dermatólogos recomiendan que se reaplique cada 4 horas y que lo hagas con las manos limpias. El FPS mínimo recomendado es el de 30, aunque lo ideal es 50 si tienes piel clara, manchas, acné o estás usando tratamientos dermatológicos.
A continuación, te revelamos por qué debes usar bloqueador solar y cómo te afectaría si no lo haces:
¿Qué pasa si no utilizo protector solar?
1. Daño celular por radiación.
La radiación ultravioleta (UV) del sol daña las células de la piel, incluso si no hay una quemadura visible.
La radiación UVA provoca envejecimiento y hasta cáncer, si llega a la dermis profunda. Mientras que la UVB, causa quemaduras y daño directo al ADN.
Sin protección solar, la piel absorbe directamente esta radiación, provocando, mutaciones en el ADN celular, estrés oxidativo, inflamación y pérdida de colágeno y elastina.
2. Quemaduras solares.
Sufrirás de enrojecimiento, inflamación, dolor, sensación de ardor. Aparecen entre 4 y 24 horas después de la exposición.
Casos graves pueden causar ampollas, fiebre y deshidratación.
3. Fotosensibilidad.
Mayor sensibilidad al sol si estás tomando ciertos medicamentos (antibióticos, anticonceptivos, isotretinoína).
Y también un mayor riesgo de reacciones alérgicas cutáneas o manchas.
4. Oscurecimiento de manchas o cicatrices.
La radiación UV estimula la producción de melanina (pigmento), intensificando manchas, cicatrices, acné post-inflamatorio o melasma.
5. Deshidratación y sensibilidad.
El sol reseca la piel, la deja tirante y más propensa a la irritación.
6. Fotoenvejecimiento (envejecimiento prematuro).
El 80 a 90% del envejecimiento visible se debe a la exposición solar. Por lo que sufrirás de arrugas profundas, flacidez, manchas oscuras, pérdida de elasticidad, piel áspera o cueroide y poros dilatados.
Además de un tono desigual y manchas oscuras.
7. Cáncer de piel (incluyendo melanoma).
La exposición acumulada sin protección incrementa significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de piel, especialmente si sufres quemaduras frecuentes.
El carcinoma basocelular aparece como una lesión perlada y sangra fácilmente, y tiene un bajo riesgo de metástasis.
Mientras que el carcinoma espinocelular es una lesión escamosa endurecida que puede crecer rápidamente.
Y el melanoma provoca un cambio en lunares, son de forma irregular y de colores múltiples, es muy agresivo y con alto riesgo de metástasis.
8. Aparición de manchas permanentes.
Melasma, léntigos solares, pecas, y otras formas de pigmentación pueden volverse permanentes o resistentes al tratamiento.
9. Daño ocular.
La radiación UV también afecta los ojos, provocando cataratas, degeneración macular, pterigión, etc.
10. Daño al sistema inmunológico cutáneo.
Reducción en la capacidad de la piel para detectar y destruir células anormales. Más un aumento de infecciones o desarrollo de cáncer cutáneo.
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