Si últimamente sientes que tu relación de pareja no está fluyendo tan bien, es porque tu pareja no ha madurado.
Sí, estás saliendo con un hombre que se comporta como un adolescente o como un niño berrinchudo.
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Identificar si tu pareja no ha madurado emocionalmente es clave para entender si la relación tiene bases sólidas o si es momento de tomar caminos separados.
Porque si él no ha madurado, no busca lo mismo que tú, quiere que soportes una relación desigual o desea que lo eduques, sufrirás mucho en el camino.
Por esto, es momento de ver las banderas rojas y saber que él no es el hombre indicado para ti.
Señales que te indican que tu pareja no ha madurado
1. Evita asumir responsabilidades.
Siempre culpa a los demás (a ti, a su familia, al trabajo, a la vida) por lo que le sucede. No reconoce sus errores ni pide disculpas sinceramente.
Prefiere asegurar que todos están en su contra y que él siempre es inocente, aunque tenga muy claro que él causó los problemas de los que ahora se queja.
2. Tiene explosiones emocionales.
Reacciona con rabia, gritos, berrinches o incluso silencio prolongado cuando algo no sale como quiere.
No sabe manejar el conflicto de forma adulta, siempre termina comportándose de forma inmadura.
3. Necesita atención constante.
Se ofende si no le respondes de inmediato o si no le das toda tu atención. Es muy demandante emocionalmente, como si tú fueras responsable de su felicidad.
Y lo peor de todo es que no valora tus esfuerzos ni te agradece por darle todo, sino que siempre te exige más.
4. No sabe comunicarse con madurez.
No escucha activamente ni trata de entender tu punto de vista. Casi siempre usa el sarcasmo, la burla o la indiferencia en lugar de una conversación honesta.
Prefiere decirte las cosas de forma indirecta, porque de frente se enoja o se hace la víctima. Incluso, no puede, porque sabe que tiene todas las de perder.
5. Tiene una visión muy idealista del amor.
Sabrás que tu pareja no ha madurado porque cree que el amor lo puede todo y que no hace falta trabajar en la relación.
Espera que todo sea perfecto, sin conflictos ni esfuerzo. Incluso, quiere que tú seas perfecta y aguantes sus malos tratos.
6. No tiene metas ni estabilidad personal.
No se compromete con su futuro, ya que, no tiene claro lo que quiere o no lucha por sus objetivos. Sí, no importa que ya casi tiene 40, él asegura que no tiene idea de lo que hará cuando sea grande.
Vive al día sin pensar en las consecuencias y siempre se deja llevar por el impulso, lo que ha provocado que tenga muchos problemas y que tú salgas lastimada en el camino.
7. No respeta tus límites.
Siempre minimiza tus emociones o decisiones, cree que puede opinar o decidir sobre tus amistades, tu tiempo o tu cuerpo.
Sin embargo, tú nunca le puedes dar una opinión sincera y respetuosa porque se lo toma a mal y asegura que lo estás manipulando.
8. Es dependiente o evita el compromiso.
O se apega de forma exagerada (necesita que estés siempre para él), o huye cuando la relación empieza a volverse seria.
Tiene miedo a comprometerse emocionalmente o evita hablar del futuro juntos. Por lo que siempre estás confundida sobre sus sentimientos y lo que quiere de la relación.
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