Evitar la comida chatarra no se trata solo de fuerza de voluntad, sino de estrategia. Porque si la dejas de golpe, tu cuerpo se sentirá extraño y terminarás comiendo de más.
Recordemos que la restricción lleva a la compulsión, por esto, es importante que vayas paso a paso y no de golpe.
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Entendemos que quieras cuidar tu salud o bajar de peso de forma rápida, y sí, una buena opción es dejar la comida chatarra.
Sin embargo, si siempre la has consumido demasiado o nunca la has dejado, te va a costar, sobre todo, si siempre está a tu alcance.
A continuación, te compartimos formas prácticas para reducir su consumo sin sentirte privada o frustrada por no comer o dejar este alimento.
Esto te ayudará a no consumir tanta comida chatarra
1. Entiende tus detonantes.
Identifica cuándo, dónde y por qué comes comida chatarra. ¿Es por ansiedad, aburrimiento, estrés, hábito social?
Por ejemplo, si tiendes a comer papas fritas cuando estás viendo series, cambia ese hábito con una alternativa más saludable o evita tenerlas a la mano.
Y si es por estrés o ansiedad, tal vez, sea momento de acudir a terapia, para analizar este comportamiento.
2. No la compres.
Lo que no está en tu casa, no puedes comerlo fácilmente. Así que cada vez que vayas al súper, haz una lista de compras consciente y evita los pasillos de snacks y ultraprocesados.
Si ya está en tu hogar o alguien te lo regala, no lo tengas a la vista, déjalo en un espacio al que no puedas acceder tan fácilmente.
3. Ten opciones saludables siempre disponibles.
Prepara snacks fáciles y ricos como frutas ya lavadas y cortadas, yogur natural con miel, nueces o almendras, palomitas de maíz naturales o zanahorias baby con hummus.
Incluso, puedes comenzar a mezclar la comida chatarra con snacks saludables e ir bajando la cantidad de la primera y así ir consumiendo más frutas o verduras.
4. Come con regularidad.
Saltarte comidas puede llevarte a tener antojos intensos de cosas grasosas o azucaradas. Lo mejor es que mantengas horarios regulares de comida para evitar comer por hambre extrema.
Y si ya tienes horarios establecidos y aun así el hambre te gana, ten snacks saludables a la mano.
5. Evita comer frente a las pantallas.
Cuando comes viendo tu celular o la televisión, es más fácil comer sin darte cuenta de las cantidades, así que, practica la alimentación consciente.
Tómate el tiempo de comer en calma, con tranquilidad, sin prisas y, claro está, disfrutando lo que está frente a ti, sin satanizar alimentos ni pensar en las calorías.
6. Haz intercambios inteligentes.
No se trata de eliminar todo lo que te gusta, sino de hacer mejores versiones. Por ejemplo, opta por papas horneadas en lugar de fritas, hamburguesa casera con pan integral y chocolate oscuro en vez de leche.
Y si no quieres intercambiar nada, solo baja el consumo poco a poco.
7. Permítete un antojo de vez en cuando
Si te prohíbes todo por completo, es más probable que termines comiendo más. Por esto, planea un momento a la semana donde disfrutes un gusto sin culpa.
Ten presente que es un pequeño antojo y comerás lo proporcional, porque si consumes todo un banquete de toda la comida chatarra que disfrutas, terminarás enfermándote por el exceso.
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