Tal vez, creas que solo debes vestir bien en ocasiones especiales, sin embargo, estás cometiendo un terrible error.
Tu forma de vestir dice mucho de tu personalidad y construye una imagen para el resto de las personas.
No se trata de cubrir sus expectativas ni tampoco de fingir algo que no eres, sino de vestir bien para tener más oportunidades.
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Probablemente, no lo veas así o creas que es un asunto muy superficial, pero cada selección que haces con tu ropa, podría ser una oportunidad de éxito o un absoluto fracaso.
Al vestir bien, puedes demostrar que eres una mujer interesante, que cuida los detalles y que se preocupa de su bienestar.
Y al mismo tiempo, ganas confianza en ti misma y luces como una mujer madura que sabe lo que quiere…
5 razones por las que debes vestir bien (todos los días)
1. No pasarás desapercibida.
Vestir bien no se trata de que uses un vestido, traje o ropa nueva todos los días, ni tampoco que te pongas ropa llamativa, sino que uses ropa de acuerdo a tu tipo de cuerpo, estilo y personalidad.
Si cuidas estos detalles, podrás atraer miradas, ser notada y hasta envidiada. No pasarás desapercibida porque te verás como una mujer que confía en lo que es.
2. Estás preparada.
Es decir, siempre estarás lista para cualquier situación, si te vistes bien, los imprevistos no te tomarán por sorpresa.
Porque podrás tener a la mano prendas que te saquen del apuro o que te hagan lucir a la altura.
Incluso que te brinden confianza si vas a tener una junta con tu jefe, atender a un cliente o te encuentras a tu crush. Te verás impecable porque te ocupaste de verte así.
3. Te valoras.
Si te vistes bien y para ti, no solo demostrarás que cuidas tu imagen. También que te valoras y tienes amor propio.
Te ocupas de sentirte mejor contigo misma y de mejorar tu apariencia para ganar seguridad y mejorar la relación con tu cuerpo e imagen.
Al “arreglarte” para ti, demuestras que eres una mujer que se valora y que siempre se procura por brindarse lo mejor.
4. Dejarás huella.
Tal vez, en algún momento tú te inspiraste de una mujer que siempre se veía bien, no importaba el día ni la hora, tenía porte y se veía impecable.
Y al buscar tu propio estilo, has ganado seguridad y lograste el mismo ejemplo.
Con el paso del tiempo, te convertirás en un ejemplo y motivarás a las personas de tu alrededor o equipo a ganar confianza y a ocuparse de sí mismas.
5. Te tratas con más respeto.
Es decir, tu vestimenta puede transformar la manera en la que te miras, valoras y respetas.
Al vestirte cuidando los detalles, te sentirás más confiada, elegante, talentosa, inteligente, valiosa y hasta productiva.
Verás al espejo a la mujer que siempre has querido ser y eso te motivará a seguir cuidándote y valorándote.
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