Si quieres ser la mejor versión de ti misma, necesitas convertirte en una mujer madura que ha aprendido a valorar las cosas importantes de la vida.
Una mujer madura suele ser una que es agradable, feliz, inteligente y exitosa, pero no lo logró por suerte, sino porque mejoró en todos los aspectos de su vida.
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Este tipo de mujer siempre está para quién lo necesita, en las buenas, malas y hasta en las peores. Da su apoyo, inspiración, impulso y es buena amiga.
Si quieres ser una mujer madura o darte cuenta de que lo estás haciendo bien, estas son las acciones que te lo confirmarán:
7 señales de que eres una mujer madura
1. Prefieres calidad.
En todos los aspectos de tu vida has entendido que no se trata de tener mucho, sino de tener las cosas correctas a tu lado.
No te interesa tener muchos amigos, te preocupa estar con personas que te apoyen y valoran.
2. Te cuidas.
Has aprendido a valorar tu salud y a verla como tu máxima propiedad. Eres una mujer madura porque entiendes que no podrías lograr nada si no estás bien física y mentalmente.
No lo haces por apariencia o tendencia, sino por amor propio.
3. Sabes cuando hablar.
Y principalmente, cuando debes callar. Es decir, alzas la voz cuando es necesario, no te quedes callada y has aprendido a defender tu punto de vista.
Sin embargo, también eres una mujer madura porque sabes en que momento es mejor guardar silencio para enfrentar un conflicto.
No lo haces para quedar bien, sino porque entiendes que no es tu lugar ni el momento adecuado.
4. Respetas a los demás.
Una mujer madura tiene claro que no todo el mundo debe pensar como ella, por esto, respeta sus diferencias y sus opiniones.
No busca hacerlos cambiar de parecer o que vean que están en un error. Simplemente, está abierta a dialogar y a conocer el otro punto de vista.
5. No desea aprobación.
Ella no quiere complacer a todo el mundo ni tampoco busca encajar o impresionar a los demás. Quiere sentirse orgullosa de sí misma.
Por esto, elige su propio camino y pone sus reglas, no de una forma irresponsable o rebelde, la realidad es que ella tiene claro que a la única que debe atender es a sí misma.
6. Sabes decir no.
Ya no le tienes miedo al no o a estar sola. Ahora tienes claro que es mejor estar sola que mal acompañada.
Prefieres usar el no como un apoyo, pero también como refuerzo de que mereces más y que no estás dispuesta a conformarte.
7. No fuerzas las cosas.
Tienes claro que lo que es para ti, permanece. Ya no estás dispuesta a perder tu tiempo ni tu energía en algo que no lo vale o que no te conviene.
Una mujer madura sabe que se lucha hasta el último segundo para obtener lo que desea, sin embargo, no fuerza las cosas y tampoco se aferra, porque eso provocaría que pierda más de la cuenta.
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