Encontrar la persona y construir la relación de pareja que deseamos no es una cuestión de seguir pasos y conseguirlo.
Sin embargo, las probabilidades se incrementan cuando nosotras estamos en equilibrio, muy claras sobre lo que queremos e igualmente también sabemos proveernos de bienestar.
Pero además de esto, también será necesario superar estos 9 obstáculos:
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1. Ocultar tus defectos y debilidades.
Muchas de nosotras estamos programadas a sentir vergüenza por ciertas características de nuestra personalidad, e incluso pensamos que si las mostramos podemos ser rechazadas por el otro.
Sin embargo, si comenzamos a ocultar quienes somos, no sólo perdemos la oportunidad de mostrarnos auténticas y atractivas, sino también perdemos la oportunidad de tener una relación real.
2. No conservar tu individualidad.
Por lo general, pierdes tu individualidad cuando crees y defiendes la idea de que es válido hacer cualquier cosa por amor.
Así, sin darte cuenta, abandonas tus metas personales y conviertes en una prioridad a la otra persona.
3. Hacer lo mismo que hacen todas relaciones.
Ocurre cuando queremos que nuestra relación se parezca a las otras, sin importar los gustos particulares que tienen tanto él como tú.
Recuerda que repetir patrones hace que la relación se estanque, se torne aburrida y predecible.
4. Desconectarte de tu espiritualidad.
Cada persona necesita su espacio y momentos de soledad para recargarse de energía, relajarse, reflexionar y purificar sus emociones.
En el momento que compartes demasiado tiempo con el otro; descuidas tu equilibrio interno y te conviertes en una persona dependiente.
5. Negarte a compartir secretos.
Es necesario mostrarte un poco vulnerable, con defectos y virtudes, con algunos miedos y ansiedades, con experiencias internas que deseas compartir y que te conectan con al sensibilidad del otro.
6. Tener intenciones de cambiar al otro.
Las personas quieren ser queridas y valoradas tal y como son ahora; si crees que tu pareja debe cambiar, será mejor que te busques a otra persona.
7. No hacerte responsable de tus emociones.
Es necesario ser consciente que la felicidad sólo te la puedes proveer tú misma, y que una pareja nunca te garantizará plenitud.
8. Querer cuidar al otro.
Si sales con un adulto no hace falta que te preocupes ni por su salud ni cuidados.
No sólo porque te agota, sino también porque tu pareja se siente incómoda e incluso comienza a pensar que está saliendo con una especie de mamá.
9. Intentar controlar todo.
Deja que la relación fluya, así podrás descartar de manera natural cuando las cosas no funcionan.
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