Anoche encontré mi diario de adolescente, fue bonito y abrumador a la vez, me di cuenta de las cosas que me preocupaban hace más de 20 años y no sólo he cambiado, también hay cosas que no se han movido.
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Mi letra era más redondita y tierna, créanme cuando les digo que la tinta de mi pluma olía a uva y en verdad defendía la privacidad de aquellas letras de mujer adolescente.
Esas hojas guardan secretos, deseos y miedos de aquél entonces, sin embargo, me ayudaron a contemplar lo que concebía como importante tener.
Así que decidí compartir contigo las 8 lecciones porque tanto tú como yo pasamos por esa etapa y aunque dice el dicho «para atrás ni para agarrar vuelo», hay cosas que no podemos dejar que se nos olviden:
1. El amor propio es el más importante.
Sí, duele cuando alguien te hace menos, cuando alguien te rechaza, no podemos decir abiertamente «no importa», pero cuando tenemos el suficiente amor propio para amarnos a nosotras mismas podemos tener el control de las emociones que nacen cuando nos sentimos rechazadas.
Es nuestro cuerpo y debemos amarlo, no por tener 5, 10, 15 kilos extras tenemos que odiarnos, al contrario, debemos de amarnos a tal grado de encontrar la suficiente motivación para mantenernos saludables, pero no en los huesos.
2. Los amigos se cuentan con los dedos de una mano.
Amigos vienen y van, aquellos que en una época no te fallaron lo pueden hacer cuando y como menos te lo esperes. Para que una amistad sea verdadera debe de ser recíproca.
3. Cuando alguien te quiere se nota, cuando no también.
Sólo debes permitirte abrir los ojos.
4. Siempre puedes hacer algo por los demás pero primero debes hacerlo por ti.
Si tienes la disposición para ayudar, adelante, pero primero asegúrate de estar ahí para ti, de tenerte a ti y de tener fuerzas de seguir adelante.
5. No le vas a dar gusto a todas las personas.
Sean quienes sean, tus padres, tus hermanos, tus amigos, tus parejas…
6. Si no amas a alguien, dilo.
No puedes quedarte junto a una persona sólo por cariño, eso significaría faltarles un poco el respeto, tienes que ser honesta en como son las cosas, si no amas, dilo.
7. Nadie puede insultar a tus hermanos… sólo tú.
¿Apoco no?
8. La gente falsa es peor que la gente mala.
Sí, hay gente mala y debes evitarla, pero la gente falsa, la que ante ti se muestra como buena pero después te apuñala es peor. De la gente mala ya sabes qué esperar, pero la desilusión que provoca la gente falsa duele el doble.
Así se crece, recordando lo aprendido y viendo hacia adelante. ¿Tienes tu diario de años atrás? Te invitamos a que lo leas y encuentres en ti misma las lecciones de vida que no se te deben de escapar. Tú eres alumna y maestra de tu propia felicidad.
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