¿Te encuentras a ti misma viendo feo a las amigas que están uber extra emocionadas contándose sus vidas en un café?
¿Odias ligeramente a la chica que brinca (literalmente) cuando le dan una buena noticia?
¿Te molesta que alguien sea hiper expresiva, gritona, que se ría fuerte y que básicamente se vea feliz?
¿Garfield es tu personaje favorito?
¿Y luego te sientes un poquito mal de que te molesten estos comportamientos porque, siendo honestas, no deberían de importarte?
Pues la ciencia te acaba de dar la razón. Primero, entendamos que no estamos hechos para ser felices todo el tiempo. De hecho, millones de estudios han demostrado que es prácticamente imposible ser felices 100% del tiempo.
La explicación lógica detrás es muy simple: si todo el tiempo estás feliz, entonces tu felicidad es un estado neutral, no uno de excitación y emoción. Por ende, no serías feliz, sólo serías. Tú, llanamente. La felicidad dejaría de tener un impacto.
Obviamente.
Sin embargo, el mundo parece tener demasiadas personas felices (y no que tú no lo seas), pero hay muchos seres humanos excesivamente felices TODO el tiempo. O por lo menos cuando tú estás presente.
Y esto puede ser terriblemente malo para ellos.
El estudio publicado en el Organizational Behavior and Human Decision Processes Journal demostró que los humanos tendemos a aprovecharnos de la gente extremadamente feliz porque los percibimos como inocentes.
Después de una serie de 6 experimentos, Ana Swanson, directora del estudio, encontró que los participantes engañaban más a las personas descritas como “demasiado felices”, mucho más que a las que consideraban “felices moderados”.
El estudio se tituló “La ignorancia es una bendición” y sin duda hay algo de verdad en este nombre. Otros estudios realizados sobre el tema han mostrado que la felicidad suele estar algo peleada con el pensamiento crítico y tiene bastante sentido.
Es difícil ser extremadamente feliz cuando hay tantas cosas por las que sentirnos miserables. Para sobrevivir siendo consciente de todo lo malo que hay en el mundo, tu cerebro compartimentaliza las cosas, y el cerebro de estas personas tiende a ignorarlas.
Ahora, eso no significa que no las sepan (la gente feliz no es tonta, aunque tú subconsciente te diga que sí), sino que tienen la habilidad de ignorar esos pensamientos negativos y mandarlos al fondo de su cerebro para poder seguir siendo estúpidamente felices.
¡Ja! Y por eso, los que no somos tan felices todo el tiempo, tendemos a verlos feo. Y pensar en empujarlos por la ventana. De un 6º piso. No es cierto… ¿O sí?