La piel del rostro necesita cuidados especiales, sobre todo cuando ya superamos la tercera década de vida.
Tanto el protector solar como el desmaquillante serán hábitos que debemos dar por hecho, y a los que agregaremos otros cuidados especializados según las necesidades individuales.
Entonces ¿Cómo podemos comenzar?
Lo más inteligente será evaluar y conocer nuestro tipo de piel, de manera que podamos identificar cuáles son sus necesidades y cómo podemos satisfacerlas.
Esto lo haremos a través de una inspección básica que consiste en mirar, tocar y preguntar a un especialista de ser necesario.
En general, hay 5 factores de nuestra piel que debemos evaluar, y te los compartimos a continuación:
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1. Hidratación.
Para evaluar si el nivel de hidratación de tu rostro es el adecuado, tendrás que presionar tus mejillas con las manos. Luego, si notas que tus palmas se pegan un poco, podrás estar segura de que tu rostro está hidratado.
A Saber: Las cremas hidrantes por lo general contienen agua y aceite. Ellas te ayudan a que el maquillaje quede esparcido de manera uniforme en el rostro, que la piel luzca luminosa y hasta que tenga una sensación de aterciopelada.
2. Tersura.
Para evaluar cómo está la tersura de la piel del rostro, tendrás que tocarte la frente y la nariz. Luego, si queda una pequeña cantidad de grasa en tus dedos, tu piel estará sana.
Ahora si la cantidad de grasa es excesiva, hay que tomar algunas medidas. Por ejemplo, exfoliar y reducir la práctica de lavar mucho el rostro.
3. Firmeza.
Este factor lo evalúas de esta manera: coloca tus pulgares detrás de los lóbulos de las orejas, procurando que el resto de los dedos se ubiquen en la sien. Finalmente, estira la cara hacia afuera.
Entonces, si se forman líneas verticales cerca de los ojos, estarás perdiendo firmeza.
Recuerda que una piel con firmeza es aquella que está bien hidratada y tiene pocas arrugas y surcos.
4. Elasticidad.
La mejor prueba será pellizcar tus mejillas, y si notas que este acto te produce mucho dolor, entonces te faltará elasticidad.
Si identificas esta condición en tu rostro, lo ideal será que comiences a usar sueros especiales con colágeno y elastina.
5. Uniformidad.
Este factor lo evalúas con la siguiente prueba:
Coloca los dedos debajo de los ojos, deslízalos entre la nariz y la sien.
Si cuando haces esto, tu piel se calienta, tu cutis estará sano.
Este texto fue inspirado en un artículo leído en la Revista Marie Claire.
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