Ellos son los caballeros más admirados de la tribu Bodi, un grupo seminómada de Etiopía que encuentra la obesidad masculina como sinónimo de belleza.
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Así, en sus costumbres los vientres grandes son admirados y los cuerpos esbeltos llegan a ser razón para sentirse avergonzado.
Aunque la mayoría de las mujeres son esbeltas, los hombres se encargan de presumir y acrecentar su abdomen con una dieta hipercalórica, con base en sangre de vaca mezclada con leche, lo que llega a triplicar su peso corporal pues es lo único con lo que deben alimentarse durante 3 o 6 meses.
Esto obedece en parte al respeto que tienen hacia las vacas y por supuesto a un estatus social en el que se demuestra que el más panzón, tiene más vacas para alimentar a su familia, por lo tanto, mientras más grande sea tu abdomen, mayor poder tienes y como los bodi no son ni guerreros ni cazadores, su condición física no interviene en sus labores de supervivencia.
Una de sus tradiciones es el día de la elección del nuevo soberano, en el que la tribu bodi mide y pesa a los hombres para premiar al más pesado y redondo con la mano de la mujer más bella de la tribu. En esta fiesta, los hombres bodi bailan y muestras con orgullo su cuerpo.
Los bodis consideran la sangre de la vaca como una bebida sagrada, incluso cuando llegan a sacrificarlas las golpean en la cabeza con una piedra grande, para que se no derrame ni una gota.
No cabe duda que cada cultura tiene sus inquietantes puntos de vista, costumbres y estándares de belleza, aunque poco a poco, médicos han ido tratando de recomendar hábitos más saludables e incluso algunos jóvenes, después de contraer nupcias, optan por perder el peso ganado y verse más saludables.
Este año, en la elección del soberano hubo empate, pues no se pudo decidir cuál de los dos caballeros era el más «redondito».
