Cuando era niña fue a Walt Disney World en Orlando con sus compañeros y dijo que quería ser como La Sirenita. La respuesta de los niños fue en modo de burla… le dijeron que ella no podía ser Ariel, que era Úrsula.
Esta situación la lastimó. Ella admiraba a Ariel y no entendía por qué sus compañeritos eran tan crueles.
Pero ahora, demostrando mucho amor propio, ella responde así…
Años después, Loey entendió que no podía ser Ariel porque la sirena era muy delgada… La sirena y TODAS las princesas de Disney son delgadas.
Es obvio que pasó por momentos muy duros, de hecho, ella habla abiertamente en su canal de Youtube acerca del desorden alimenticio que enfrentó durante un tiempo, sin embargo, Loey, ha salido adelante y ha aceptado su cuerpo tal como es, incluso tiene diferentes videos con recomendaciones de moda para todas las mujeres que no tienen los cuerpos que vemos en la industria del entretenimiento, incluso en las princesas de Disney.
Lane ha hecho un llamado a la compañía para incluir en sus princesas un personaje de talla grande. La youtuber reconoce el trabajo que ha hecho la industria con las razas: ya pudimos ver a una princesa morena en La princesa y el sapo, hasta se habla acerca de la homosexualidad de Elsa de Frozen, pero a ojos de Lane falta una princesa con un cuerpo más real, todo esto a favor de la inclusión.
Aunque reconoce que se ha sentido vulnerable y que tener estereotipos similares a ella pudo haber hecho las cosas más fáciles, Loey, está orgullosa de ser ella misma, tan es así que tuvo una sesión fotográfica con una revista para llevar su mensaje… ¡ella puede ser Ariel!, ¡ella es una hermosa sirena!
Le damos toda la razón, ¡no todos podemos lucir igual! Debemos crear una sociedad incluyente, no impositiva, debemos de empoderarnos y creer en nuestra belleza e inteligencia.
Debemos aprender a admirar la belleza de las personas lejos de sus tallas y complexiones. Empecemos por dejar atrás estándares de belleza y a ser nosotras mismas o si lo deseamos ¡ser Ariel!