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Reflexión: El amor verdadero no es darlo TODO (lee, aplica y sé feliz)

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Esta frase debe de acompañarte en cada una de tus relaciones amorosas, de pareja o de familia, incluso en las laborales: El amor verdadero no es darlo TODO.

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El amor verdadero no es darlo TODO

Muchas veces no es que lo sepamos y lo hagamos conscientemente, pero nos entregamos al amor de forma brutal, con todo, hacemos sacrificios y damos TODO lo que está en nuestras manos para que la relación trascienda.

Sin darnos cuenta, vamos caminando a un final feliz o a una vida que cada vez se separa más de lo que pensamos que nos haría felices.

En realidad, debemos cuestionar todo lo que podamos la idea de que el amor es darlo todo…

Cuando damos todo por la otra persona o por la relación, vamos dando todo de nosotras, arrebatándonos poco a poco, algo de nosotras mismas.

El amor verdadero es dar lo que podemos, lo suficiente, lo necesario y claro, esforzarnos, trabajar para que el amor se mantenga. ¿Sacrificarse? Puede ser, pero nunca a manos llenas.

¿Y dónde queda lo que le otro debe poner?

Si nosotros damos el 100, ¿estamos permitiendo que nuestra pareja asuma su responsabilidad? ¿Dejamos que trabaje en la relación?

En la mayoría de los casos no es así, puesto que en la mayoría de los casos solemos dar el 100 al ver que nuestra pareja no pone de su parte en cosas que sabemos que nada le costarían.

Y, ahí, entra nuestro instinto o nuestras ganas de mantener el amor, haciendo lo que le corresponde a 2 personas.

Cuando la relación termina, nos quedamos con poco porque dimos todo a una persona o en una relación que irremediablemente terminó.

Así, vamos días, meses, años o décadas, en relaciones desgastantes porque damos TODO, porque damos más de lo que nos corresponde y no dejamos que el otro asuma su responsabilidad como la otra mitad de la relación.

La próxima vez que quieras darlo todo en una relación… Piensa que no es lo más sano, da el amor que te nace, coopera con lo que puedas, pero siempre, mantente fiel a ti.

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